Betaal
Cine - Series / Patrick Graham

Betaal

7 / 10
Xavi Sánchez Pons — 01-06-2020
Empresa — Netflix
Fotografía — Archivo

En esta especie de eterna era dorada de las series en la que vivimos desde hace más de dos décadas, parece que no hay lugar para los productos que solo buscan hacernos pasar un buen rato. La nueva crítica televisiva, en modo inquisición, busca cada semana la nueva serie del año, dejando de lado un montón de propuestas centradas en el entrenamiento más puro y en el manejo de referentes pasados. Si entramos en un ámbito más concreto, el terror es un género especialmente menoscabado por los exegetas de la televisión, que no saben ver la cantidad de hallazgos que hay en series como “Castle Rock” o la ya desaparecida “Channel Zero”, títulos tan o más interesantes que esos dramas televisivos basados en hechos reales o esas distopías con mensaje que encabezan siempre las listas de lo mejor del año. En ese estado de las cosas, una propuesta como “Betaal” lo tiene dificilísimo para sacar la cabeza y reclamar la atención que bien merece. Y es que estamos delante de una notable mini-serie que recupera las esencias del mejor terror de serie B de los últimos cuarenta años.

Betaal”, para no realizar grandes spoilers, se centra un arquetipo clásico del género: aquel en el que un grupo de incautos, a pesar de haber sido advertidos, abren una puerta al infierno que desatará una orgía de sangre y violencia. Los incautos aquí son un grupo de militares que, tras realizar una masacre en un pueblo de la India, abrirán un túnel centenario que esconde un terrible secreto relacionado con la era en la que el territorio estuvo dominado por los colonizadores ingleses.

La serie creada por el británico Patrick Graham y co-escrita por Suhani Kanwar, en espíritu una película de terror de serie B de ritmo endiablado dividida en cuatro episodios, está plagada de guiños que todo buen fan de terror sabrá apreciar: “La niebla” de John Carpenter (los endemoniados con los ojos rojos que recuerdan a los leprosos vengativos de Antonio Bay), “Aliens, el regreso” (las cámaras personales de los militares que nos muestran su primer encuentro con las fuerzas sobrenaturales), la saga “Demons” de Lamberto Bava (los planos a contraluz de las criaturas y sus dentaduras grotescas usando FX de maquillaje de la vieja escuela) o los dos primeros “[REC]” de Jaume Balagueró y Paco Plaza.

Ahora bien, dejando de lado todos esos referentes y siguiendo la máxima de Roger Corman que dice que una película de entretenimiento puede tener elementos de denuncia política siempre cuando estos estén presentes en un segundo plano, “Betaal”, que contiene en una de sus escenas uno de los chascarrillos anti-Brexit más sonados de los últimos meses, se atreve a criticar de manera frontal la gentrificación que está acabando con las zonas rurales de la India y como la propia administración pública y los constructores corruptos se han convertido en una fuerza colaboracionista y neo-imperialista que está acabando con el país desde dentro.

 

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