Solo de una cabeza juguetona y verbenera como la de Tarantino pudo surgir la idea de que el hit disco de Santa Esmeralda "Don't Let Me Be Misunderstood" (sí, una versión del clásico de Nina Simone también popularizado por The Animals) fuera la canción del clímax final de la primera parte de “Kill Bill”: el duelo a muerte entre La Novia y O-Ren Ishii. Y la verdad es que acertó. Las palmadas y guitarras latinas de este inflamado tema disco encajan a la perfección con la coreografía del enfrentamiento.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.