Lostboy!

Treinta y un años ha tardado el bueno de Jim Kerr en estrenarse como artista en solitario. Claro que si tenemos en cuenta que los Simple Minds de los últimos veinte años son poco más que un proyecto unipersonal del propio Kerr –unido en todo caso al particular sonido de su eterno colega de banda, el guitarrista Charlie Burchill- podemos entender la inacción del vocalista escocés. ¿Y qué nos podemos encontrar ahora en “Lostboy!” que no hayamos escuchado en las entregas que han sacado de su letargo –artístico, que no comercial- a la banda madre, “Black And White” y “Graffitti Soul”? Si acaso, Kerr en solitario aleja compromisos, se libera de presiones y deja que sus sempiternas influencias campen más libremente. Eso provoca que nos reencontremos con un sonido más cercano a los Simple Minds primigenios de los ochenta y que la lejana tutela de Peter Gabriel o Bowie se presente aquí con mayor relieve. “She Fell In Love With Silence”, “Shadowland”, “The Wait” o “Bulletproof Heart” podrían haber sido encomiables descartes de “Street Fighting Years”, mientras que cortes como “Return Of The King” nos retrotraen todavía más a la época post-punk de los Minds. Alejado ya de los grandes medios y de la presión comercial, así como de sus mejores momentos compositivos y vocales, podemos disfrutar al menos de un Jim Kerr cómodo, todavía repositorio de buenas canciones.