Festival Do Norte, buen cartel, gran ambiente
Conciertos / Fanfarlo

Festival Do Norte, buen cartel, gran ambiente

7 / 10
Jose Abelairas — 01-05-2010
Empresa — Producciones Independientes Culturales
Sala — Recinto Exterior Fexdega
Fotografía — Aymara Ghiglione

Desde el año 2000 en Vilagarcía de Arousa se celebra una fiesta por todo lo alto. Esta edición del Festival do Norte no fue menos, con un cartel excelente merecía la pena trasladarse a la ría arousana a disfrutar de una selección enfocada al público indie. Emilio José y Carrero Bianco, que abrieron sendos días, fueron los únicos representantes gallegos en el festival con mayor proyección internacional de Galicia. El viernes, con la vista puesta en el cielo, inauguró Munich el escenario grande. Por la tarde Hola a Todo el Mundo y Klaus&Kinski ya habían recibido a los festivaleros más madrugadores. Dorian agolpó al público adolescente y fan fatal en primera fila con su pop electrónico para todos los públicos. El nivel intelectual de la noche lo aportó Fanfarlo -su nombre proviene de una novela de Charles Baudelaire-  con su pop folkie y un gran sonido. Los londinenses se ganaron al público con singles como 'The Walls Are Coming Down' mientras la lluvia caía sobre nuestras cabezas. Nada Surf salió con energía al escenario del Fexdega acompañados de Martin Wenk, trompetista de Calexico, como cuarto miembro para repasar su discografía y presentar su disco de versiones “If I Had A Hi-Fi”. Sorprendieron con relecturas de ´Enjoy the silence´ de Depeche Mode o una power-pop versión de ´Evolution´ de Mercromina. David Lorca, más chulo que un ocho, tuvo problemas con su bajo durante todo el concierto y acabó tirándolo al suelo con desprecio. El bajo que no parecía tener dueño era el de We Are Standard que pasaba de manos entre los de Getxo mientras transmutaban el rock en dance provocando contorsiones bailongas gracias a su doble percusión y a la dinámica que imprimieron durante todo el concierto tema tras tema. Para los que aún querían más les esperaba la carpa dance -Clovis ejercieron de Dj´s y fue curioso ver a Fino Oyonarte tras los platos-. Con un día radiante y después de un baño en el mar la segunda jornada deparó alegrías y decepciones a partes iguales. Diversión con Carrero Bianco y, tengo que decirlo, su pinta de frikis tecnopop y sus apologéticas canciones. Para freaks Los Punsetes que no parecen disfrutar encima del escenario pero consiguen hacer disfrutar con subversión rock. Su nula interactuación con el público y la autística presencia de Ariadna provoca y estimula. Ellos son una de las grandes revelaciones del indie nacional junto a La Bien Querida que abarrotó la carpa con su “Romancero”. Primer golpe en la frente, uno de mis intereses principales en este festival era Nudozurdo y fue prácticamente desalojado del escenario por falta de tiempo. Una brevísima actuación con un sonido atroz -el bajo retumbando y una segunda guitarra que nunca se pudo oír del todo- hizo que Leopoldo Mateos abandonara el escenario con un cabreo considerable. Pete&The Pirates valieron para menear la cabeza y algún bote ocasional con su hit 'Mr. Understanding'. Los ingleses parecían estar tocando en el bar y la correa de transmisión surtió efecto. Y precisamente del bar parecía que venían JJ, los dos rubios desvelaron que el misterio que se esconde tras su fulgurante éxito sirve para un karaoke, eso sí, la voz es soberbia. Ofrecieron tonteos con la guitarra -versión de Nirvana cuando la cosa decaía-  y todo tipo de exhibiciones ebrias: Posmodernidad sueca sin rubor. Después de este fiasco esperaba que Los Planetas salvaran la noche y, alegrías del incendio, por fin volví a escuchar a los granadinos centrados y creando atmósferas densas que esconden grandes canciones. Envueltos en nubes de humo presentaron “Una ópera egipcia” con la que reafirman su deriva flamenca trenzando 'Virgen de la soledad' o 'No sé como te atreves', con el esperado dueto con La Bienque, para dar paso a gloriosos  momentos con 'Santos que yo te pinté' y rematar con 'Pesadilla en el parque de atracciones'. A mala leche son únicos, gran concierto. Colofón y postre con  El Guincho, no bailar era imposible. Heavy tropical y batido de refrescante alegría. El canario, que venía acompañado de Aleix y Borja de Extraperlo, lo dio todo clausurando el festival.

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