A estas alturas no hace falta presentar a toda una leyenda de la Americana más primigenia y la música fronteriza como Dave Alvin, pero, por si acaso, daremos un par de pinceladas para que todo el mundo sepa de qué clase de tipo estamos hablando. Alvin nació en California y desde que era un adolescente se dedicó a tocar la guitarra y frecuentar los locales Honky Tonk en compañía de su hermano, con el que formó la famosa banda de rock de raíces The Blasters con los que alcanzaron la categoría de grupo de culto en los ochenta. Tras esto varias aventuras en solitario hasta llegar a este “Eleven, Eleven”, su último disco, una verdadera joya de música tradicional americana, en concreto, rock, blues, rockabilly y country. Una imagen inmejorable, virtuosismo en la guitarra, voz grave y profunda que suena a Texas y a bourbon, excelencia en la producción y una gran colección de canciones entre las que brillan la eléctrica “Harlan County Lane”, el beat prestado de Bo Diddley en la animada “Run Conejo, Run”, el dueto con su hermano de “What’s Up With You Brother?” y la intensa “Murrieta’s Dead”.
Cualquier disco de Alvin merece la pena, y éste no desmerece de los demás. De momento, un valor seguro, desintoxicante de tanta morralla sobrevalorada que circula por ahí.