Recientemente, grupos como Squid o Black Country, New Road cancelaron sus conciertos en España ya que era uno de los pocos países de la Unión Europea que todavía no había llegado a un acuerdo con el Reino Unido para gestionar visados gratuitos para los trabajadores de este ámbito. En cambio, tal como denunciaba Primavera Sound, para entrar en nuestro país las bandas británicas debían pasar por un proceso legal “altamente invasivo y con un coste de alrededor de 400 libras por persona para la obtención de las visas necesarias para girar”.
Esta problemática, que tenía tanto al sector de los eventos en directo español como a músicos y agencias británicas en alerta, ya tiene solución: hace unos meses, el gobierno presentó el Plan de Impulso al Sector Audiovisual (Spain Audiovisual Hub). Una de las medidas principales tenía como objetivo facilitar la entrada y estancia en España de artistas y técnicos de cualquier nacionalidad para participar en las producciones realizadas en el país. A pesar de que en primera instancia no estaba contemplado así, finalmente también se han incluido en el acuerdo los profesionales que vayan a realizar "actividades artísticas ante el público o grabaciones de cualquier tipo para su difusión por diferentes medios masivos", lo que básicamente añade los sectores de la música, la danza y el teatro.
Para estancias de hasta 90 días en cualquier período de 180 días, los trabajadores extranjeros ya no tienen que solicitar el "visado de artistas", sino un visado uniforme según su país de origen (el mismo documento necesario para desplazarse por turismo). Para poder acogerse a este nuevo acuerdo, los profesionales básicamente tienen que cumplir los siguientes requisitos: no encontrarse irregularmente en territorio español, tener un contrato con la empresa que lo traslada o contrata en España, abonar la tasa del visado o de la autorización correspondiente y disponer de un seguro médico de viaje.
Irónicamente, la complicada situación derivada del Brexit ha permitido flexibilizar las limitaciones burocráticas que ya existían previamente con otros países fuera de la Unión Europea, por lo que ahora será mucho más sencillo para cualquier artista internacional girar en España. Además, en base al principio de reciprocidad, es muy probable que otros países empiecen a establecer medidas similares para los artistas y técnicos españoles.
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