Estrenamos en exclusiva "El valle invisible", lo nuevo de Bravo Fisher!

Subterfuge lo pondrá en las tiendas la próxima semana

Bravo Fisher! publica su segundo trabajo "El valle invisible", un disco muy importante en la carrera del músico vallisoletano afincado en Madrid, porque tras el baile de formatos y ediciones diferentes de "We Were Overnighters" este disco parece destinado a situarle definitivamente al frente del tecnopop bailable que se practica en nuestro país.

“El valle invisible” ha sido grabado producido y mezclado por Carlos Calderón en los estudios Rec Division y todas las letras y música han sido escritas por Guille.

Bajo estas líneas encontrarás tanto el player del disco (en formato youtube) como una introducción y un track by track en el que Guille desvela todos los secretos de este disco. Hay muchas cosas que explicar...

El disco cuenta el viaje iniciático de una persona que se va de casa en la primera canción y en la última vuelve para redimirse.

Simbólicamente este viaje es como montañas que el protagonista tiene que bajar para luego tener que subir. De ahí “el valle”. “Invisible”, porque es un valle que no se ve, porque no existe. El viaje sólo sucede en la imaginación del personaje (esto se descubre en la última canción, “Tras el cristal”, aunque durante todo el disco hay menciones a los sueños, a un mundo onírico que no se ve).

El personaje es una especie de anti-héroe, con un pasado dramático que lucha por encontrarse a sí mismo a través de este viaje; duda, tiene miedo, comete errores y casi roza la locura, pero sigue avanzando. Algo así como una mezcla entre "Drive", "El Quijote" y "La Odisea".

1. "Sanseacabó"
El principio del viaje iniciático del personaje. Quería empezar el disco de una forma tajante. Un punto y seguido (tanto para el personaje del disco como para mi). De ahí ese título tan rotundo. Es un tema con bastante fuerza, cercano a lo tropicaloide con mi voz sampleada entrando de vez en cuando, el ritmo sincopado del estribillo y el ukelele presente en toda la canción. Al final la canción adquiere un punto más dramático, preludio de lo que está por venir.


2. "39"

Hay bastantes referencias bélicas, que sitúan la historia en un tiempo y un lugar determinados. Una de ellas es ese “Conquistaremos el pan” que hace referencia a "La conquista del pan" de Kropotkin, libro que tenían como piedra base los primeros anarquistas españoles. La producción de la canción es un poco agresiva, acompañando a la historia. Bombo, caja y bajo bastante potentes. Y un arpegio que va dando algo de movimiento. Muy en la onda del productor francés College.

3. "Miradas"

La única canción de amor de todo el disco. Y además, un amor imposible. Sin ser tan agresiva como “39”, continúa (salvando las distancias) en la estela de producciones francesas como la de Kavinsky, aunque adaptándolo a mi estilo personal. Mi parte favorita es el puente final (“haría lo imposible…”) por ser una declaración de amor incondicional en toda regla, muy valiente, y con una instrumentación que va de menos a más, encaminando la canción hacia el estribillo final.

4. "Corriendo a ciegas"

Está canción entró en el disco por los pelos. En las maquetas previas en su lugar había una especia de interludio casi instrumental, pero a última hora, en plena grabación del disco, me surgió un riff de sintetizador que es el que está durante toda esta canción. Compuse el resto en torno a este riff. En el estudio terminamos dandole un toque un poco noise, con muchas capas de guitarras distorsionadas y delay. En cuanto a lo que cuento, aquí comienza a decaer el ánimo del personaje. Es un monólogo interior a modo de bucle.

5. "Ysis"

Siempre supe que para esta canción, la más lenta y oscura del disco, quería contar con una colaboración de voz femenina. Surgió la posibilidad de que participara Karen, del grupo de electro pop mejicano Songs For Eleonor, y ella aceptó encantada. Le mandamos las pistas para allá y en pocos días teníamos sus voces de vuelta, preciosamente ejecutadas y que resultaron perfectas para encajar con mi voz. En cuanto al título, “Ysis” son los miedos, las dudas: “y si me sale mal, y si no so capaz”.


6. "Por lo más oscuro, amanece"

La canción que más cambió en el estudio con la producción de Carlos Calderón. Le dio la vuelta por completo. Ciertamente yo no estaba convencido con como estaba en la maqueta. Era muy lenta, y ya tenía “Ysis “como “canción lenta”. Quería algo más de beat y Carlos estuvo fenomenal dándole ese punto más electro. “Por lo más oscuro, amanece” era una frase, por cierto, que siempre decía mi abuela. Positividad cien por cien.

7. "Floridablanca"

Realmente “Floridablanca” es la adaptación al castellano del tema que usaba para abrir mis conciertos (“Waiting for the Summer”, inédito). Me gustaba tanto ese tema, y no quería grabarlo en inglés, que lo dejé como estaba y puse una letra en castellano. Refleja esa salida del abismo donde está metido el personaje; es un tema muy positivo y de los más “alegres” del disco.

8. "Maletas al agua"
La continuación por la senda de “lo alegre” abierta con “Floridablanca”, con el ukelele sonando casi toda la canción. El personaje empieza a encontrarse a sí mismo, a estar feliz. Tiene una letra un poco surrealista, con cosas que “aparentemente” no tienen mucho sentido, o se contradicen entre sí. Aunque en realidad todo es premeditado.

9. "Un nuevo hogar"

Es el tema más de club del disco, lleno de sidechain y un beat bastante potente. Es el tema preferido de Dani (Daniel Prieto Martín, teclista del grupo Niño Burbuja, quien me acompaña casi siempre en directo y que trabajó conmigo las maquetas de “El valle invisible”). Él se encargó de meter unos arreglitos de sintes que andan pululando por toda la canción, que me encantan. También es uno de mis temas preferidos del disco.

10. "Tras el cristal"
El personaje se redime, llega la catarsis del viaje. Y por ello, musicalmente, es la más épica de todas las canciones. Tiene una producción bastante "ochentera", sobre todo por los leads de los sintetizadores, y como digo, un final muy épico con los últimos coros que cierran la canción y el disco, acompañando un poco ese poso de tristeza que le queda al personaje (“este mundo no está hecho para el soñador/corredor”).