El acuerdo, que según Variety rondaría entre los 15o y 200 millones de dólares, se cerró el pasado julio y comprende la totalidad de la obra grabada de Dylan desde 1962, comenzando con su álbum debut homónimo hasta "Rough and Rowdy Days", publicado en 2020.
Operaciones como esta han sido muy habituales durante los últimos años: a finales de 2020 el propio Dylan vendió su catálogo completo de más de 600 canciones a Universal Music en un acuerdo que The New York Times estimaba que superaba los 300 millones de dólares. Poco después, la compañía británica de inversión musical Hipgnosis anunciaba que había adquirido los derechos de publicación de Lindsey Buckingham (Fleetwood Mac), el 50% de los de Neil Young y el catálogo completo de ciento cuarenta y cinco canciones de Shakira, entre otros. Hace tan solo un mes se conocía que Bruce Springsteen había vendido su catálogo de masters y sus derechos de publicación a Sony Music en un acuerdo conjunto que rondaría los 500 millones de dólares.
Dylan fue fichado por John Hammond para Columbia Records, uno de los sellos de Sony Music Entertainment, en octubre de 1961, y ha permanecido en la discográfica a lo largo de sus seis décadas de carrera.
"Columbia Records y Rob Stringer [presidente de Sony Music] se han portado muy bien conmigo durante muchos, muchos años y a lo largo de un montón de discos. Me alegro de que todas mis grabaciones puedan permanecer en el lugar al que pertenecen", ha declarado Dylan.
Bob Dylan y Sony Music Entertainment seguirán colaborando en varias reediciones de la célebre "Bootleg Series" (recopilaciones de material inédito, demos, directos...) que comenzó en 1991 y actualmente incluye proyectos hasta "Springtime In New York: The Bootleg Series Vol. 16 (1980-1985)", el volumen publicado el año pasado.
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