Isabel Vinardell e Isabelle Laudenbach se conocieron hace doce años en un ensayo, y al cabo de ocho, volvieron a coincidir. Surgió una buena química entre ellas, y entonces se plantearon que algún día trabajarían juntas. El resultado de esa comunión es “A solas”, un disco cocinado durante un año en distintos lugares. La primera canción que grabaron fue en una cueva (también registraron en una fábrica abandonada o en el bosque). La escogida fue “Pa’ llegar a tu lado” de Lhasa de Sela. “No teníamos un listado previo con las canciones que íbamos a grabar, fueron surgiendo. Los espacios aparecieron, queríamos que fuera todo muy natural”.
En “A solas” hay voz y guitarra, y en un par de piezas se añaden arreglos de cuerdas (en sus conciertos combinan ambos formatos), y cantan tanto en castellano como en catalán, además de un corte en italiano (“L’appuntamento). “Nos sentimos cómodas cantando en ambos idiomas, y no descartamos hacerlo en más lenguas. En cuanto a estilos también, quizás encajamos más con el flamenco, pero nos gusta experimentar con más cosas, no descartamos hacer un fado o lanzarnos con una letra en francés”.
Isabel Vinardell viene del mundo de la danza, Isabelle Laudenbach formó parte de Las Migas, y en este encuentro hay baile, poesía y obviamente, mucha música (en su mayoría versiones adaptadas a un sello personal, entre ellas la popular “Algo contigo”). “Somos multidisciplinares. Para nosotras todo esto forma parte de una misma historia, tiene su propio concepto”.
El diseño del disco es precioso, con un aire muy artesanal, hay postales individuales con las letras, cuentan en primera persona el proceso de creación, y redondean el artwork con ilustraciones de la propia Vinardell. “Fuimos a L’Automática, un sitio en el que han recuperado los sistemas de impresión manual, y ya que te compras un disco, que te ofrezca más que Spotify”.
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