"Para nosotros no hay una división entre el músico y el oyente"
Entrevistas / Son Rompe Pera

"Para nosotros no hay una división entre el músico y el oyente"

Yeray S. Iborra — 11-03-2020

A estas alturas, está claro que la cumbia combina a las mil maravillas con múltiples géneros. Pero ha tenido que llegar un combo mexicano, Son Rompe Pera, para demostrar que una de sus vertientes más bailongas tiene como eje instrumental a la marimba. Aún así, "Batuco" (ZZK Records, 20) no es folclore. Es puro punk.

Años atrás, en las bodas de Naucalpan, las marimbas eran más importantes que los novios. Estaban por todos los locales de esta región mexicana. Hasta el punto que, en Naucalpan, quien no trabajaba en la industria lo hacía con una marimba. El padre de Jesús Gama, más conocido como El Kacho y uno de los tres hermanos integrantes de la banda de cumbia punk Son Rompe Pera, la empezó a tocar con catorce años. En casa de los Gama, llegaron antes las marimbas que los biberones. No es de extrañar que estos hermanos hayan hecho del instrumento de ascendencia mexicana y peruana su mayor aliada a la hora de componer música. Más si se tiene en cuenta que las calles donde se criaron son de las más crudas del país del picante. “Nosotros vivimos en unos de los barrios más inseguros del estado de México y la música fue lo único que había en ese momento, ya que no nos gustaba estudiar”, ríe Gama.

De esas mismas calles también heredaron el gusto por el punk, que les impactó de juventud y sin el cual no se entendería "Batuco", su última referencia para ZZK Records, uno de los sellos más notorios de Latinoamérica. “Las calles son importantes para nosotros, los Gama: hemos aprendido mucho de ellas, porque empezamos a trabajar desde niños y seguimos haciéndolo. Somos músicos callejeros y lo importante sigue siendo que el público forme parte del show. Para nosotros no hay una división entre el músico y el oyente”.

El aura de desorden y pegada contrasta con el enfoque tradicional de las letras, basadas principalmente en el amor y el desamor. Aunque con algunas excepciones desconcertantes. “No tenemos una línea... Como pasa en la mayoría de las bandas, hacemos canciones de vivencias propias, pero nos gusta la onda de las películas de terror. Nos gusta hacer temas de cosas que ya no están ahí para revivirlas”.

“El disco es una mezcla. Un homenaje a mi papá, pues quisimos grabar algunos temas que tocábamos con él de chicos [el progenitor, recientemente fallecido, empezó Son Rompe Pera y llegaron a compartir escenario con él], pero a la vez fusionando la música tradicional con otros ritmos que no son tan comunes con marimba: ska y punk, principalmente”, propone Gama. Está en lo cierto. El resultado sumerge los pies en las brasas: imposible quedarse quieto. La conexión entre cumbia mexicana y peruana y mundos como el psychobilly hacen de Son Rompe Pera una banda de mil coordenadas.

El combo de directo, que ha ganado peso en la escena desde 2017, se ha dejado ayudar en la producción por –entre otros– Bloque Depresivo o Chico Trujillo. “Son Rompe Pera somos una banda de mucha energía, y nos gusta transmitir lo que hacemos en los escenarios. Tenemos que reconocer que nos gusta más tocar en vivo que grabar música”, ríe. Por ello, Gama promete para su nueva gira “mucho sudor, baile y buena cumbia… Cumbia marimba-délica”.

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