"Siempre me han encantado este tipo de entornos especiales"
EntrevistasQueens Of The Stone Age

"Siempre me han encantado este tipo de entornos especiales"

Adriano Mazzeo — 07-06-2025
Fotografía — Andreas Neumann

El documental en directo “Alive In The Catacombs” combina lo íntimo y lo espectacular. Se trata de un documento audiovisual que recoge la actuación de la banda en las famosas Catacumbas de París, trescientos veinte kilómetros de túneles con varios millones de restos humanos enterrados en 1700.

La vida de Josh Homme y por ende la de sus Queens of the Stone Age está plagada de hechos relevantes, digamos que la curva de su nerviosismo nunca descansó en posición plana. Cambios de formación, muertes, juicios y serios problemas de salud son titulares en los capítulos de esta película musicalizada de rock polvoriento, psicodélico y sexy.

Pensando en su zigzagueante derrotero, una sensación de claridad lógica nos invade cuando llega el dato de que la primera banda en la historia en tocar en las Catacumbas de París fue QOTSA, evento por el cual se lanzará el vídeo de la performance bajo el título de “Alive in the Catacombs” y razón por la que don Homme nos atiende desde su casa, relajado pero estiloso, declarando pausadamente como si su voz pidiera permiso a sus sentimientos antes de soltar alguna máxima.

Luego de ver el logrado registro audiovisual, producido por el prestigioso colectivo fílmico La Blogotheque, se puede entender el gesto corporal solemne de Homme, quien transcurre la entrevista calmo, pero sin disimular que, casi un año después, la experiencia aún lo conmueve.

¿Podrías describir tu fascinación cuando visitaste las Catacumbas por primera vez hace 20 años?
Bueno, eso fue en una especie de etapa infantil de Internet. Había visto las Catacumbas en libros y había oído hablar de ellas. Tuve un día libre en París cuando estábamos de gira y allí fuimos a las Catacumbas, pero la cola era de tres horas. Y creo que lo primero que haces como músico de gira es decir, ¿cómo puedo saltarme esta cola?, ¿sabes? Creo que ha sido un deseo de toda la vida saltarse las colas. Así que a partir de este disparador salió la idea. Una de las grandes ventajas de ser músico es la oportunidad de tocar en ciertos lugares y ser parte de ellos. Entonces empecé a pensar: "¡Dios mío! ¿Y si tocáramos dentro de las Catacumbas? ¿Alguien ha tocado alguna vez dentro de las Catacumbas?”
Rápidamente pasó de ser una forma de saltarse la fila a pensar constantemente en tocar. De hecho, desencadenó esta idea de no solo tocar en las Catacumbas, sino en lugares donde, desde fuera, parecería que no perteneces a ese lugar. Me recordó a mi hogar, cuando tocaba de muy jóven en un cañón con un generador, esto no se sentía tan disimilar. Algo parecido a sentir inicialmente que estás invadiendo un entorno y luego te das cuenta de que en realidad has sido absorbido por el entorno.

"Lo genial de todo el equipo francés es que estaban muy concentrados en capturar lo que sucedía, como una fotografía auténtica"

¿Y cómo te sentiste en el primer momento que supiste que tocarías allí?
Bueno, llevó mucho tiempo obtener el visto bueno. Tomó muchos años de intentos fallidos o de llegar a un callejón sin salida, solo para encontrar a la persona adecuada a la que preguntarle.

¿Empezaste a intentar obtener el permiso la primera vez que las visitaste?
Es que finalmente no entré porque la fila era demasiado larga.

Oh, vale.
Sí, finalmente entré en las Catacumbas por primera vez el pasado agosto, ya sabes, cuando grabamos. Se convirtió en una especie de obsesión el tener la oportunidad de tocar allí. Habíamos tenido al menos media docena de veces en las que decíamos, “bien, estamos llegando a alguna parte y parece que tal vez tengamos una oportunidad” y luego se nos iba. Entonces la primera vez que entré fue durante nuestro paseo el domingo por la noche antes de tocar...

¿Y en qué sentidos pudiste relacionar la energía de la música de Queens of the Stone Age y lo que sientes ahí abajo rodeado de todos esos restos humanos?
Bueno, una de las grandes inspiraciones para Queens of the Stone Age fue Ween, una banda que toca cualquier cosa que les guste, y creo que Queens es muy así, que simplemente toca cualquier estilo de música que nos guste y pasamos por fases y nos permitimos sonar como nos sentimos en el momento, ¿sabes?

Claro.
Y entonces creo que respecto a las Catacumbas, ellas son las protagonistas aquí, la estrella del espectáculo. Queens está muy cómoda siendo ella misma conservando un sentido de sí misma, pero también teniendo suficiente conciencia para comprender el entorno en el que está. Podemos ser una versión de nosotros mismos según el entorno. Soy un gran creyente en que las cosas pasan por una razón y es que todos esos retrasos en los permisos fueron necesarios. No estábamos listos para tocar en las Catacumbas hasta ahora. Como que antes la situación no era la correcta, no estaba destinada a serlo; para cuando finalmente tocamos en las catacumbas… ya sabes, no se podía enchufar nada allí. No había electricidad, tuvimos que conectar nuestro piano Wurlitzer a una batería de coche. Sabiendo esto habría sido extraño haber querido tocar fuerte, a alto volúmen allí. No funciona así. Intentamos tener suficiente autoconciencia y respeto por el medio ambiente y tratar de darnos cuenta de que estábamos tocando para... Quiero decir, supongo que es nuestro público más grande hasta ahora: seis millones de personas. Para tocar para ese público en ese entorno se volvió necesario dejar que las propias emociones tomaran el control...

Así que, de alguna manera, supongo que podemos decir que las Catacumbas funcionaron como un nuevo miembro de la banda en este caso.
Diría que soy romántico e idealista. Quiero decir, se trata de apoyar tu idealismo y perseguir tus metas como músico. Tener ese romanticismo le da un sentido de importancia al momento, pero también te permite no tomarte tan en serio, ya sabes, uno reverencia esos momentos “celestiales” y esos momentos son simplemente parte del viaje ¿verdad? Entonces te preguntas ¿puedo aprovechar el momento? ¿Puedo ser yo mismo en un entorno que está más allá del yo? Y es por eso que me encanta sentir que estoy humildemente en el altar de la música y las artes, sintiéndome orgulloso de representar a mi familia y mi pandilla, porque nos sentimos así: humildes en el altar. Somos músicos itinerantes tocando para la corte del rey, para los aldeanos o para la corte de los árboles a veces (ríe). Y en este caso era una especie de presentación de nuestros respetos para con un escenario que no suele tener mucho entretenimiento.

Estaba viendo el video y pensaba en que cuando cantas las canciones y la banda se luce, la energía fluye, pero me preguntaba cómo se siente estar en esos momentos entre canciones porque ese silencio, esa oscuridad, esa humedad son muy particulares.
Hay muchísima improvisación en todos los niveles. No se supone que digas que no, se supone que digas que sí y algo más. Hasta el primer segundo en que bajamos estas 130 escaleras de caracol no habíamos visto el lugar ni habíamos tenido acceso a él, así que el equipo francés, el director y la banda estuvimos improvisando. Vale, ¿cómo podemos integrarnos en este lugar, o qué pasa con esta locación, y qué haríamos con ella? Quedó muy claro el día del rodaje que íbamos a aprovechar los momentos en que suceden las pequeñas cosas, los detalles. Allí todo funciona con pilas porque no puedes enchufar nada, así que debes hacer todo en un abrir y cerrar de ojos.

Son muchas presiones…
Incluso yo estaba pasando un momento físico muy difícil allí. Tuve una temperatura corporal de 39 grados todo el día, estaba como al principio del vídeo, acostado en ese altar intentando descansar. Tenía una camilla en la otra habitación donde me acostaba entre tomas. Cuando me vio el director dijo que esa era una muy buena imagen, pero yo estaba como en posición fetal. ¿Sabes a qué me refiero? Y así que él dijo, ¿puedes estirarte? Me estiré y eso se convirtió en la toma de apertura. Simplemente estamos dejando que las Catacumbas nos digan qué hacer y siendo lo suficientemente conscientes como para hacer lo que te dicen, tal como sientes que te lo dicen, sin intentar llevar la batuta.

No sé si es la magia de la televisión pero todo lo que estás describiendo es curioso escucharlo porque en el video el show es tan armónico, tan perfecto. Creo que aparte de la banda, estos chicos hicieron un gran trabajo ¿cómo fue la experiencia al interactuar con la gente de La Blogotheque?
Todos los que estábamos allí éramos un grupo muy pequeño de personas y era un set muy tranquilo, ¿sabes a qué me refiero? Es un lugar muy tranquilo. Acordamos que durante 20 segundos antes de cada actuación el director diría ¡acción! y luego solo habría silencio. Esto agregó una sensación de intensidad. Era como que lo primero que se manifestaba eran las Catacumbas y luego te integrabas a eso. Fue muy fluido e intenso y, sin embargo, no demasiado serio. Es como que no era sombrío ni pesado ni triste. Fue muy mágico y lo que se escucha es la toma dos de tres o la una de dos, la tres de cuatro, no hay edición, no se supone que sea perfecto. Se supone que es lo que pasó. Lo genial de todo el equipo francés es que estaban muy concentrados en capturar lo que sucedía, como una fotografía auténtica. Sé que ahora se pueden alterar todas estas cosas, alterar una fotografía y arreglar la grabación, pero no se trata de eso. Se trata de capturar el momento, todos estaban en esa sintonía.

"Para cuando tocamos en las Catacumbas sabía que el resto de la gira se cancelaba"

Kyuss, Queens of the Stone Age y las Desert Sessions, de alguna manera, se enmarcan en los climas secos y arenosos del desierto, y esta sesión fue hecha en un ambiente opuesto, oscuro y húmedo. Eso me hizo pensar en ti haciendo música y expresándote en cualquier condición, casi de forma existencial.
Bueno, siempre me han encantado este tipo de entornos especiales. Creo que hay muchos visitantes en las Catacumbas, pero no estoy seguro de que alguien vivo realmente pertenezca a allí. Está totalmente bien que vayas y es una bendición, pero solo eres un pasajero en ese momento, ¿sabes? Y siento lo mismo en el desierto y en el bosque. Estás presenciando algo más, no eres tú. Y me gusta lo que esa sensación me da. Me hace sentir pequeño. Hay una diferencia visual entre las Catacumbas, el desierto y el bosque, pero no hay una diferencia en el sentimiento de esos lugares. Simplemente vas y te sientes pequeño y por alguna razón, cuando me siento así lo hago de una manera casi biológica. Como si en realidad fuera una pequeña parte de esta rotación y repetición de la vida. Cuando alguna vez he tenido momentos en los que me pregunto ‘¿qué estoy haciendo?”, pienso que solo estoy tocando música y saliendo de gira. Esto es estúpido, tengo estos momentos de vez en cuando en los que siento que estoy atrapado en la misma fiesta durante 30 años. Rápidamente dejo de lado esos pensamientos porque tocar en estas condiciones aleja esos momentos de duda y me conecta con el lado religioso de todo, donde me siento bendecido de ser parte de esto. Así que constantemente busco ese tipo de momentos de regocijo.

Tu vida está marcada por algunos eventos que sucedieron en París ¿es especial para ti?
(Piensa) La ciudad, obviamente, es muy especial para mí. Y, ya sabes, creo que la sensación que tengo en París es... diría así, al principio tocaba en cientos de conciertos donde nadie pagaba. No se trataba de dinero, tocaba en fiestas. Para cuando empecé a tocar en conciertos, vendiendo entradas, muchos de mis amigos tenían trabajos que no soportaban, entonces cuando pagaban una entrada, necesitaban que ese concierto fuera una especie de escape que mereciera la pena. Siempre lo tuve en cuenta: cada espectáculo debería ser diferente al de anoche. Debería estar adaptado para ese evento, que esa noche ayude a la gente a escapar. Como si apagas las luces y dices: "No hay nadie, no hay adultos. Hagámoslo, ¿de acuerdo?” Es la importancia de ese escape. Y creo que siento que, siempre que estamos en París, es necesario ofrecer un escape premium. Es como una necesidad. Siento eso en todos los lugares, pero particularmente en París.

En el video te vi muy inspirado, realmente conectado con cierta esencia, muy teatral de alguna manera. Como solo cantabas y no tocabas la guitarra, tu expresión cambió, ¿cómo te sentiste en ese sentido? Y esto que te preguntaré es un poco raro, lo siento, pero ¿alguna vez has pensado en hacer un musical?
(ríe estruendosamente) No, nunca. Es decir, hay una diferencia entre tocar la guitarra o no. Es como si estuvieras bifurcando tu cerebro. Allí me sentí como en una calle de un solo sentido y al mismo tiempo físicamente no me sentía bien. Para cuando tocamos en las Catacumbas sabía que el resto de la gira se cancelaba. Sabía que había terminado y que físicamente estaba en problemas, pero estaba tan desesperado por tocar allí… Y realmente se convirtió en una bendición porque al estar gravemente enfermo, tienes la rara oportunidad de realmente mostrar de qué estás hecho. Es enfrentarse a la vida cuestionando, ¿lo vas a hacer o no? ¿Qué vas a hacer? ¿Quién eres? Y en ese momento, estaba muy agradecido por la oportunidad de demostrar de qué estoy hecho y estuve a la altura de las circunstancias y dije: "Sí, las cosas son difíciles, pero ¿qué vas a hacer?". Creo que si hubiéramos tenido la situación perfecta para las Catacumbas y si simplemente hubiéramos tocado allí, quizás la apreciación del momento habría sido más suave. Habría sido menor.
Fue como que no deberíamos haber estado allí. Había un elemento de peligro y para mí estuvo bueno porque siempre he tenido una sutil adicción a ser golpeado con el fregadero de la cocina; en esos momentos mucho de lo que conforma tu personalidad desaparece y todo lo que queda es, ¿lo vas a hacer o no? Me encanta esa ausencia de elección.

Afortunadamente, Queens of the Stone Age vuelve a estar de gira este verano, ¿es algo que pensaste que podría no volver a suceder?
Afortunadamente, o desafortunadamente, no es ningún secreto que tuve un montón de problemas médicos. Al día siguiente de las Catacumbas, me llevaron de urgencia a Estados Unidos y para cuando aterricé, me operaron durante tres horas. Los primeros meses pensé que no volvería a actuar ni a salir de gira, y creo que en esos momentos, sientes lástima por ti mismo y pasas por todas esas cosas. Ahora aprecio el momento que vivo, ¿sabes a qué me refiero? Juré que no volvería a subirme al escenario enfermo porque nunca cancelo shows. Necesito estar ahí arriba, dejarme ir y simplemente estar sano. Así que ya no concertamos giras a menos que sienta que puedo hacerlo.

 

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