Los misterios del amor
Entrevistas / Mist

Los misterios del amor

David Saavedra — 29-05-2003
Fotografía — Archivo

"We Should Have Been Stars", álbum de debut de la banda holandesa que se hacía llamar miss universe, muestra un claro salto cualitativo hacia un pop sentimental e intimista con más recursos que nunca para capturar al oyente. Su líder, Rick Treffers, lo defiende a ultranza.

"En la música, como en el amor o en la vida, buscamos la perfección, lo misterioso, lo inalcanzable. Es algo muy bonito, porque si encuentras a alguien o algo que te llena mucho quieres atarlo, retenerlo, pero no siempre es posible. Por ejemplo, en relaciones muy personales no hay tiempo o lugar para hablar de las cosas o no quieres nombrarlas porque prefieres disfrutarlas sin más, pero todas esas preguntas, las dudas y los miedos las puedes poner en tu música. En este caso ha sido así, una colección de experiencias". En perfecto castellano, Rick Treffers acaba de poner el dedo en la llaga de "We Should Have Been Stars", álbum de debut de Mist pero, en realidad, continuación de una carrera que comenzó con Girlfriend Misery y continuó con Miss Universe hasta que una (surrealista) demanda por parte del más importante concurso de belleza les llevó a tener que cambiar el nombre.

"Con una canción de Miss Universe titulada ´Carrousell´ se me acercó una chica llorando"

Una continuidad más o menos coherente ("siempre han sido canciones melancólicas en inglés con letras inteligentes") y cuyo desarrollo ha estado siempre muy ligado a nuestro país: "Yo vivo en Amsterdam, pero cada año vengo a España dos o tres veces. A principios de los 90 estuve viviendo en Madrid y Sitges, trabajando como profesor de inglés. Años después me traje unas maquetas y en el 94 contacté con Triquinoise para que editara el primer álbum de Girlfriend Misery". Por enmedio, una relación sentimental con una madrileña, trabajo como tour manager para el músico mexicano Jorge Reyes y bastantes conciertos, tanto con Miss Universe como en solitario. "Últimamente noto que me resulta más fácil abrirme. En el escenario, cantando, no me cuesta trabajo, pero es difícil, porque la comunicación a través de una canción es diferente que entre personas, es otro nivel, es difícil de explicar. Hace mucho tiempo toqué en un bar de Gandía y con una canción de Miss Universe titulada ´Carrousell´ se me acercó una chica llorando. No entendía nada de la letra pero sabía exactamente de qué iba. Eso es lo más bonito y es cierto: son cosas que no puedes comunicar en una conversación. Es como el misterio del amor, eso me fascina". Después de arrojar tanta luz sobre su concepto de la vida y la música, a Treffers sólo le queda traducir eso en canciones pero, como dice él, "una canción no es suficiente para hacer algo bonito. El sonido del grupo es lo más importante, lo que marca la diferencia". En este caso, un sonido plagado de sutilezas a pesar de que la grabación "se desarrolló de un modo bastante primitivo. Lo hicimos en un 16 pistas y con micros no muy buenos, pero lo cierto es que hay discos de Flaming Lips y Grandaddy que se hicieron así y me encantan". Tras reconocer una admiración tan firme por Radiohead y The Notwist como por gente del tipo de Peter Hammill, Astor Piazzola o Jaques Brel, Mist ha entrado en un mundo propio en el que esperan quedarse. "Nos gusta ser autogestionarios. Siempre lo hemos hecho todo nosotros, y ahora tenemos un sello, una distribuidora y un boletín informativo. El entusiasmo tiene que estar dentro del grupo".

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