Los hippies de la era digital
Entrevistas / My Morning Jacket

Los hippies de la era digital

Don Disturbios — 30-06-2006
Fotografía — Archivo

Las excelencias de “Z” (Badman), cuarto disco de estudio de la banda de Louisville (Kentucky), y su próxima visita al festival Azkena Rock de Vitoria a primeros de septiembre, han sido dos hechos determinantes a la hora de elegir nuestra portada de este mes. No fue tarea fácil localizar a Jim James, líder, compositor y peculiar cantante de My Morning Jacket, pero el esfuerzo ha valido la pena.

“Z”, cuarto trabajo de estudio de My Morning Jacket, salió a la venta el pasado mes de octubre de 2005, pero no en nuestro país. De hecho aquí todavía no ha sido editado y a no ser que esta entrevista y su próxima visita deshagan el entuerto, los que todavía no tengan esta joya entre sus manos, deberán acudir a la vía de la importación. La misma vía a la que acudimos nosotros para poder colar este disco en el octavo lugar de la lista de los mejores discos del año pasado. Sin embargo, siete meses más tarde, tengo el convencimiento que, de haber aparecido antes y haberse editado en España, aún se habría encaramado mucho más arriba. Y es que muy pocas suelen ser las obras que aun perteneciendo a un género -en este caso podríamos hablar de americana- lo rebasan y son capaces de llegar a los oídos más diversos. Cuando eso sucede, cuando un disco convence por igual al amante del pop, el rock e incluso el heavy más abierto de miras, es que te encuentras ante una obra que trasciende cualquier etiqueta. Mucho de eso hay en “Z”, pero no nos precipitemos y vayamos por partes. En concreto serán tres los capítulos que os darán una idea, creo que muy aproximada, de quienes son My Morning Jacket.

Capítulo I. La conexión Radiohead
“Z” es un disco americano. Bueno, digamos más bien que es un disco de rock americano deudor de una tradición avalada por grandes nombres como Grateful Dead, The Band o Neil Young. De hecho éste último y Wayne Coyne son los referentes más usados por la crítica al referirse al agudo falsete de Jim James, aunque debo puntualizar que su voz suena menos quebrada y aguda que la del canadiense y con mucho más cuerpo que la del cantante de The Flaming Lips. También mucho más etérea y fantasmal, inflamada por uno de los efectos más usados en la música: el reverb. Tal es el uso que MMJ hacen de la reverberación que Jim James no duda en calificarla como el sexto integrante del grupo. El séptimo, según sus propias palabras, ha sido ni más ni menos que John Leckie, su productor para este disco. Para todos aquellos que no estén al día del trabajo de este veterano y afamado productor e ingeniero de sonido tan sólo hay que echar un vistazo a su carrera para comprobar que es uno de los grandes. Sin ir más lejos ha trabajado con John Lennon, George Harrison, Pink Floyd, The Fall, The Stone Roses, The Verve y en el “The Bends” de Radiohead. Y aquí es adonde yo quería llegar. La impronta de la música de los ingleses ha calado en los más variados rincones del planeta. Su forma de trabajar el sonido y su uso de efectos electrónicos y sintetizadores para generar atmósferas que pueden ser rebanadas con un cuchillo ha creado escuela y esa huella, junto con la de Jeff Buckley, ya se adivinaba en los dos discos de MMJ anteriores a “Z”. Tanto es así que nada mejor que hacer uso de uno de los conocedores de ese secreto, es decir a John Leckie. (Jim James) “Estoy de acuerdo con que Radiohead influyen en nuestra música. De hecho, intentamos ser una mezcla de varios estilos de música y por esa misma razón diría que estamos influenciados por varios grupos de música, desde Radiohead hasta grupos de hip-hop o de música country”. Pero, como apunta el propio Jim James, reducirlo todo a la banda de Thom Yorke es simplificar demasiado y, claro, resulta algo injusto. MMJ buscaban un sonido y lo han exprimido del todo en “Z”. El propio John Leckie lo tiene muy claro.“Están creando su propio sonido, con las ´reverbs´ y esa batería tan potente. Todo es enorme, suena grande y además hemos intentado capturarlo todo en directo, de una sola vez”. Por otro lado están las canciones. Diez temas que por fín funcionan como un todo sin altibajos y por separado a la vez. Por ello “Z” es su cumbre creativa. El principio de una nueva etapa para MMJ. “Es una forma muy buena de decirlo, porque hemos aprendido mucho a lo largo de los tres primeros discos que hemos hecho y todavía lo hemos hecho más con éste. Sí, tengo la sensación de que estamos en el principio de un nuevo capítulo. Nunca lo había pensado de esta manera, pero es una buena descripción”.

Capítulo II. Wilco en paralelo
“Z” puede ser a MMJ lo que “Yankee Hotel Foxtrot” representó para otro de los grandes del rock americano actual. Me estoy refiriendo, claro está, a los Wilco de Jeff Tweddy y al despegue en términos de popularidad y buenas críticas que les supuso dicho álbum. Lo curioso es que se pueden establecer numerosos paralelismos entre ambas bandas. Para empezar es evidente que ambas parten de las raíces de la música americana (blues, country, folk...) para actualizarlas y desarrollar un sonido propio desde una perspectiva actual. Curiosamente tanto “Z” como “Yankee Hotel Foxtrot” suponen el cuarto álbum de estudio en sus respectivas carreras y ambos han sido acogidos también con gran entusiasmo por la crítica mundial y muy especialmente por la europea. “Sí, estoy de acuerdo. Es una buena comparación. Creo que somos grupos muy diferentes, pero tenemos puntos en común y además es verdad que ambos hemos cambiado con los años, hemos incorporado nuevos integrantes... definitivamente es una muy buena comparación”. ¡Cierto! Como apunta Jim James también en el seno de MMJ se han producido una serie de cambios en sus filas que han afectado a su propuesta. Tras la marcha de Johnny Quaid (guitarra, además de primo de Jim James) y Danny Cash (teclados y todavía diseñador gráfico de la banda) llegaron el guitarrista Carl Broemel y el teclista Bo Koster para aportar nuevas texturas, de forma muy especial el segundo, a las composiciones de Jim James. “Es cierto que nuestro sonido ha cambiado mucho con la llegada de los dos nuevos integrantes del grupo. De hecho siempre había tenido en mi interior la certeza de como quería que sonaran MMJ y deseaba que este sonido fuera diferente al de cualquier otra banda y eso es algo que creo que hemos logrado por primera vez con este disco. Para ello, como te decía antes, hemos escuchado un montón de estilos de música diferente, incluso música de baile, donde hay que concentrarse mucho más en el ritmo, ya sabes en la batería, el bajo y lo teclados y enfocar un poco menos en las guitarras”. Ya por último, y a modo de curiosidad, no puedo obviar un nuevo paralelismo entre ambos grupos. Tanto Jeff Tweddy como Jim James han tenido problemas de salud que han afectado de una u otra forma a sus respectivas carreras. “Todavía no hemos tenido la oportunidad de hacer una gira por Europa. Hemos intentado ir desde hace tiempo, pero me enfermé un par de veces y tuvimos que cancelarlo todo... Sí , sí, ahora estoy bien con lo que no vamos a dejar pasar la oportunidad de visitar tu país”.

Capítulo III. El espíritu hippie
“Z” se me antoja un título perfecto para un álbum que tiene algo de enigmático al aunar una más que evidente vocación pop en las melodías con cierta espiritualidad lírica e instrumental. Tan sólo hay que acudir a los evocadores pasajes instrumentales incluidos en él (como ese epatante final de “Off The Record”, el impecable solo de guitarra de “Lay Low” o el broche de oro que representa “Dondante”) para certificarlo. Se trata de desarrollos que han sido acortados con respecto a los existentes en sus dos discos anteriores y que en gran medida vinculan a MMJ con grandes bandas de los setentas como Grateful Dead (referencia poco usada en Europa, pero de gran impronta en Estados Unidos), Allman Brothers o incluso Jefferson Airplane. Y es que por lo que parece todo lo que se mueve, tanto en el interior de su música como en su puesta en escena (esos telones de fondo con el símbolo de la paz) y por supuesto en sus pintas con esas barbas y el pelo largo, tiene un aroma hippie tan indiscutible como puesto al día. También Jim James se muestra un interlocutor excesivamente correcto. No te lo imaginas ejerciendo de canalla alcoholizado, pero sí bajo los efectos de algún tripi que le transporte

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