“En el arte siempre hay interpretación, ningún mensaje llega tal y como el autor pretende”
Entrevistas / Lamontagne & Picoamperio

“En el arte siempre hay interpretación, ningún mensaje llega tal y como el autor pretende”

Salomé Lagares — 07-02-2023
Fotografía — Archivo

“El futuro tiene un corazón antiguo”, apuntaba el pintor y escritor italiano Carlo Levi, y es probable que hoy en día en nuestro país no exista un proyecto musical que mejor sintetice la esencia de este aforismo que LaMontagne & PicoAmperio.

El duo, formado en 2019, combina la devoción y el bagaje poético de Laura LaMontagne y la experiencia en entornos de música urbana, como el colectivo Hip Hop Ateneu, del DJ y productor Pedro Cuntín. Juntos, subliman desde cantigas de amigo del siglo XIII hasta versos de Fernando Pessoa, Lorca o Xela Arias a través de un exquisito universo ambient y electrónico.

La dupla ha ido perfilando y puliendo su propuesta sobre los propios escenarios, y ahora presentan su primer largo, “Algo Que Sinalar”, donde condensan y culminan esta etapa introductoria de su carrera. Para conmemorarlo, hablamos con ellos sobre sus inspiraciones, su proceso creativo y el espíritu que estimula este álbum debut.

Venís de entornos bastante distintos, pero sé que os conocisteis por primera vez durante una de las representaciones de “Tabú”, el espectáculo de Carmen Conde. ¿Cómo describiríais este primer encuentro? ¿Cuándo os disteis cuenta de que existía una conexión lo suficientemente fuerte como para empezar un proyecto juntos?
(PicoAmperio) Laura se encargaba de la música en directo, pero yo participaba en la producción local del espectáculo de manera excepcional, así que ese día coincidimos muy puntualmente. Más adelante, Laura tuvo la idea de trabajar la iluminación para unos bolos en solitario y necesitaba a alguien que la ayudara, y como teníamos una persona en común, pensó en mí.
LM: Quedamos para hablar sobre los conciertos, pero al final terminamos haciendo música. Yo le enseñé algunas ideas que tenía para canciones y él me enseñó cosas en las que había estado trabajando por su cuenta que consideró que encajaban con el concepto.
(PicoAmperio) No hubo un momento en el que decidiéramos nada: simplemente surgió la amistad de manera natural, y de la amistad la música.
LM: Al principio nos dedicábamos a experimentar en el momento, incluso a grabar, por ejemplo, el sonido de las cervezas que llevábamos en la mano. Lo que me salía en esos momentos era cantar las canciones que ya traía aprendidas, muchas de ellas las cantigas que después interpretamos en directo o han llegado a formar parte del disco, aunque por aquel entonces eran quizá solo voces, una melodía o una idea. La chispa surgió de lo bien que fluíamos al combinar nuestras visiones, al descubrirnos sobre la marcha, sin un objetivo definido. Poco después nos ofrecieron un concierto bastante importante y quizá fue al atrevernos a aceptarlo cuando nos dimos cuenta de que estábamos construyendo algo de verdad, pero la forma siempre nos la ha ido dando el camino.

"La intertextualidad, el apoyarnos en palabras de otros, enriquece nuestro proceso y el sentido del producto final"

En vuestro proyecto trabajáis principalmente a través de la intertextualidad. ¿Por qué es una herramienta importante en la creación artística?
(PicoAmperio) Yo creo que es algo intrínseco a nuestra manera de hacer música porque la concebimos como un canal más a través del cual contar historias, experiencias, y porque nos gusta buscar el límite personal que existe en el arte y en la creatividad. La intertextualidad, el apoyarnos en palabras de otros, enriquece nuestro proceso y el sentido del producto final.
LM: La gracia es que todo lo puedes conectar — cualquier referencia propia o de otra persona puedes relacionarla con algo más, quizá de vez en cuando extrapolándola un poco, pero el vínculo se encuentra siempre. Y trabajar con la intertextualidad no es un proceso menos personal: lo que uno extrae de un texto literario es a menudo algo que ya está ahí. En el arte siempre hay interpretación, no hay mensaje que vaya a llegar a la audiencia tal como el autor pretende. Puede que sea de ahí de donde surge nuestra predisposición a construir algo a través de fragmentos, porque crees que cuanto mejor los encajes más clara será la visión que proyectas. Y la música, por supuesto, es un fragmento más.

Dijisteis en una entrevista que estáis “haciendo entender que la gente de la Edad Media sentía cosas igual que nosotros”. ¿Creéis que tendemos a olvidarlo?
(PicoAmperio) De vez en cuando, sí; creemos que las dudas existenciales, las eternas preguntas que nos hacemos son nuevas. ¡Y ya está bien! Qué aburrida sería la vida si decidiéramos que no vale la pena sentir o expresar algo porque otros ya lo han sentido o expresado antes, ¿no? Pero se nos olvida que nuestros antepasados también tenían su cotidianidad y sufrían con las mismas incógnitas.
LM: A mí me parece interesante que siempre persistan las mismas dudas, la pérdida, el desasosiego de no sentirse comprendido… No conseguimos resolverlas porque al fin y al cabo es algo intrínseco a la experiencia humana. No son sentimientos agradables, pero es bonito ver que algo nos une a través del tiempo.

¿Cuál es el mayor reto de trabajar con textos de hace ocho siglos, como los de Martín Códax o Airas Nunes?
LM: Antes que nada, yo diría que leerlos y comprenderlos: encontrar el tiempo para entender lo que te están diciendo o para interpretarlos desde donde sea que estés en ese momento. Hay un tema en nuestro disco, “40Tena”, que es una cantiga de Alfonso X. La idea de adentrarse en versos así y sentirlos vivos puede resultar poco atractiva, pero en esas situaciones el ejercicio es desnudar el texto, simplemente ir al ritmo de las palabras y determinar qué es lo que te llama de manera más instintiva. Pero hay otros textos, como los de Rosalía de Castro, por ejemplo, donde es crucial mantener cierto contexto cuando te lo llevas a tu propio terreno y evitar desechar elementos solo porque nos queden lejanos.

Entiendo que vuestro proceso y vuestra experiencia con cada texto son muy distintos, entonces.
(PicoAmperio) Sí, porque no existe una técnica definida: tienen que funcionar muchas cosas para poder encontrar el camino hacia un texto y reconocer cómo vas a interpretarlo, cómo vas a acercarlo a tu mundo.
LM: Algunas de las canciones que aparecen en “Algo Que Sinalar” son cosas que habíamos estudiado en el instituto, en lengua gallega o castellana, y otras han surgido sobre la marcha, bien porque necesitábamos material para un evento o simplemente porque teníamos ganas de probar algo nuevo. La gente a veces también te sugiere cosas y te dirige: “Senhora Do Almortão”, por ejemplo, la aprendí junto a una amiga, y al principio la tocábamos con la guitarra. Hay mucha distancia desde entonces a lo que es ahora.

"Creo que para cada uno ha sido un viaje diferente, porque veníamos de entornos muy distintos"

Cuando os propusisteis definir el hilo conductor de “Algo Que Sinalar,” ¿cuál queríais que fuera la idea principal que guiara el disco y cuál la sensación principal que se llevara la gente?
(PicoAmperio) De alguna manera, creo que con este álbum queríamos cerrar nuestros primeros tres años de proyecto, consolidar ese viaje, esa experiencia, guardar los temas que han sido más importantes para nosotros o aquellos con los que la gente más ha conectado. “Algo Que Sinalar” es un punto de partida, una manera de sellar nuestros primeros pasos, una culminación del planteamiento con el que hemos trabajo hasta ahora, que ha girado principalmente en torno a esas cantigas.
LM: Algunas de las canciones del LP ya se han versionado antes infinidad de veces — no somos ni pioneros por adaptarlas ni por hacerlo con las herramientas que usamos. El título, de alguna manera, se refiere al plus adicional que podemos aportar, ese algo más que añadir, aunque a nivel práctico, para nosotros “Algo Que Sinalar” es como un resumen, un álbum de fotos. Con la edición física, de hecho, lo convertimos en algo literal: en el libreto hay una intención estética de reflejar nuestra historia a través de instantáneas que complementan las letras de las canciones.

Os habéis referido a “Ondas do Mar de Vigo” como la piedra angular del disco y el núcleo de LaMontagne & PicoAmperio. ¿Cuál es la historia detrás de este tema?
LM: Antes de nuestro primer bolo tuvimos tres semanas para preparar todas las canciones. La última que salió de aquel intenso periodo fue “Ondas do Mar de Vigo”, y aunque entonces fue casi como un apéndice accidental, ahora la veo como la guinda del pastel, como una manera de rematar ese proceso. Además, no quiero decir que fue sencillo adaptarla, pero trabajamos de manera muy rápida, muy instintiva.
(PicoAmperio) Durante esas tres semanas todavía nos estábamos conociendo, y “Ondas do Mar de Vigo” nos permitió conectar de una manera más profunda porque conseguimos entender juntos la sensibilidad que contienen esos versos. También es uno de nuestros temas más emotivos y en directo siempre la sentimos como un oasis de reflexión, un respiro. Por eso queríamos que fuera el eje del disco.

Ahora que habláis del directo… es una parte esencial de vuestro proyecto y habéis admitido que es donde se conforman y van transformándose vuestros temas. ¿Cómo habéis cambiado, tanto vosotros como vuestras prioridades, desde que empezasteis a actuar juntos?
(PicoAmperio) Creo que para cada uno ha sido un viaje diferente, porque veníamos de entornos muy distintos. Para mí ha cambiado mi visión creativa, la manera en la que enfoco la música, que ahora es mucho más personal. Antes me dedicaba a la música porque era sonidista y colaboraba con otros artistas, pero poder estar ahí, creando algo propio, en un espacio en el que no siempre he tenido claro que pudiera aportar mucho, para mí está siendo un proceso de redescubrimiento, de darme valor a mí mismo y a los proyectos en los que había trabajado anteriormente con amigos hip-hoperos, aunque fuera algo más amateur. También aprecio más cualquier oportunidad de experimentación, ya sea integrando elementos que ya controlaba, como el scratch o el sampling, a otras texturas o probando, por ejemplo, con la percusión, que es algo con lo que no me atrevía antes.
LM: Para mí ha sido algo similar: yo estaba acostumbrada a hacer música de manera muy analógica, pero al empezar a trabajar con el ordenador puedo ver la estructura de lo que estoy haciendo mucho más claramente, puedo identificar dónde están los elementos en una línea del tiempo, como un puzzle. Tocaba la guitarra, pero me veía muy limitada, y cuando comencé a investigar con herramientas digitales se me abrió un mundo nuevo, descubrí otra forma de hacer y entender la música. Para mí, encontrar a Pedro me ha desplegado un horizonte, un camino a través del cual muchas ideas que concebía como imposibles pueden realizarse.

Vuestras actuaciones suelen superar la definición tradicional de concierto y se acercan más a una performance donde tiene especial importancia lo visual. ¿De dónde nace este interés por el multimedia?
(PicoAmperio) Los dos somos aventureros y buscamos desarrollar siempre proyectos muy personales. Yo llevo enamorado del espectáculo desde pequeño, en concreto de la infraestructura que te permite crearlo: las luces, el humo… Incluir una vertiente visual responde a esa fascinación y también a nuestra inclinación por lo narrativo, por querer contar historias y sentir que quizá solo con la música no decimos todo lo que nos gustaría.
LM: Es una compulsión, una necesidad de que todo quede claro, de que tu visión como artista sea lo más precisa y completa posible. Añadir lo visual es una manera de calmarla. Antes de conocer a Pedro, yo había dado algún concierto en el que incorporaba vídeo, pero realmente mi estrategia era darle al play y si funcionaba, funcionaba. Eran escenas que reflejaban mi día a día: un pájaro, las luces de un concierto… todo muy precario, pero con la intención de ampliar el concepto de la persona que estaba sobre el escenario, de explicar las letras que estaba cantando. Juntos, al unir fuerzas, es cuando hemos descubierto herramientas para poder llevar estas ideas al siguiente nivel. Este año, de hecho, hemos seguido ampliando nuestra experiencia en el audiovisual con los videoclips de “Banharemos nas Ondas” y “Porque No Mundo” y el lyric video de “Avelaneiras Frolidash”.

Cualquier persona medianamente cínica oiría la descripción de vuestro proyecto y asumiría que es algo inaccesible, pero el público acostumbra a responder efusivamente a vuestra propuesta. ¿Por qué creéis que la gente conecta tanto con vosotros y lo que hacéis?
(PicoAmperio) Creo que lo que hacemos contiene una cierta belleza para aquellos que buscan música que les sorprenda, que les inspire, los que no van detrás de una fórmula sencilla, sino que entienden que la música puede ser varias cosas, tener pinceladas de muchos colores.
LM: La gente puede empatizar con nuestras canciones porque cuentan historias y, sobre todo, porque nos escuchan. Algo que me sorprende durante los conciertos es que la gente presta genuina atención a lo que estamos haciendo y luego vienen y nos comentan lo que han sentido, lo que han percibido. Conectan con nosotros porque realmente tienen ganas de escucharnos y entendernos.

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