LA VOZ DE LA DESPEDIDA
Entrevistas / Unbelievable Truth

LA VOZ DE LA DESPEDIDA

David Broc — 27-11-2000
Fotografía — Archivo

FUTUROS Y ESPERANZAS QUE SE TRUNCAN EN POCOS SEGUNDOS. FUTUROS Y ESPERANZAS LIGADOS A UN GRUPO, UNBELIEVABLE TRUTH, QUE ESCASOS DÍAS DESPUÉS DE PUBLICAR SU SEGUNDO ÁLBUM, "SORRY THANK YOU", HA ANUNCIADO SU SEPARACIÓN. ¿VERDAD INCREÍBLE? MEJOR LLAMARLO REALIDAD.

Se acostumbra a decir que nos damos cuenta que amamos a alguien cuando la ausencia, aquí, allí o más allá, de esa persona nos atormenta día tras día y, sobre todo, noche tras noche. Es cuando la pérdida se intuye, se siente definitiva. Así, en el ´antes´, cuando nunca valoras algo tan simple como una presencia, dejas escapar detalles que en el ´después´ castigan impunemente tu conciencia. Y a veces, como todo lo que rodea nuestra vida, la música también participa de este doloroso proceso emocional. Unbelievable Truth es un buen ejemplo de ello. Este grupo británico liderado por Andy Yorke, hermano del cantante de Radiohead, acaba de echar por el desagüe la llave que posibilitaba su existencia como banda. Un disco a modo de testamento en vida, el reciente "Sorry Thank You" (gran título, capaz de resumir en tres palabras la esencia vital de muchos),

"Toda banda que pretende ser grande graba su nuevo disco como si fuera el último de su carrera"

y un futuro epílogo (un disco en directo para inicios del 2001) son los encargados de sellar el finiquito de una formación interesantísima que se ha visto superada por las circunstancias personales de su líder. "Bueno, ha sido una decisión de Andy. Básicamente, Andy ha dejado la banda, y, bueno, ésta no podía seguir con el mismo nombre y el mismo planteamiento que el de Unbelievable Truth. Andy quiere avanzar y hacer otras cosas fuera de Unbelievable Truth, no sé, madurar". Habla... no, más bien se lamenta Nigel Powell, batería y productor de la formación. El hilo telefónico transmite con pulcritud el tono de la decepción, de la desilusión. A Powell se le nota herido por una decisión que llega en el mejor momento de Unbelievable Truth: el enorme "Sorry Thank You". De todos modos, en sus palabras no se distingue el rostro de la sorpresa. "Es algo que estaba en el aire desde hacia un tiempo... de hecho, él ya nos dejó una vez en el 95. Creo que nunca se sintió cómodo en el papel de ´rock-star´, o como quieras llamarlo. Así que, realmente, no fue una sorpresa". Ahora, a posteriori, es fácil hacer valoraciones. Pero con la prueba del delito en la mano, un monumental segundo disco aún por digerir del todo, se intensifica el sentimiento de pérdida, desesperanza y despedida de la separación. "En el apartado lírico es posible que en alguna canción se perciba eso, por ejemplo en "Let It Flow". De todas maneras, creo que toda banda que pretende ser grande graba su nuevo disco como si fuera el último de su carrera... no sé, la única sorpresa de todo ello viene del hecho que dentro del grupo todos estábamos muy satisfechos y muy contentos con "Sorry Thank You", al tiempo que nos asentábamos como una buena banda de directo".
Y si "Almost Here", un precioso debut cuyo impacto y recuerdo serpentea según el momento de escucha (hace unos meses ésta se hizo acompañar de una ligera decepción; hace unos días, volvió la euforia del principio), mostró las credenciales de una banda introspectiva, "Sorry Thank You" las acentúa con un discurso más triste y oscuro. "Sí, definitivamente es más oscuro... la verdad es que cuando hicimos "Almost Here" nos sentimos mal porque la prensa nos menospreció por el hecho de ser un grupo de guitarras acústicas y por el hecho de adoptar el término songwriter. Y ahora, coincide que con la aparición de "Sorry Thank You" todos los grupos del momento siguen esa línea. Por eso intentamos crecer musicalmente con este disco y hacer algo diferente...en parte, creo que esta es la razón por la que nos echaron de Virgin: creo que se asustaron (risas)". Y lo cierto, la verdad que muchos dejarán escapar por desconocimiento o falta de ganas de conocimiento (que no es lo mismo), es que "Sorry Thank You", obra bañada en tonos azules, blancos y grises y dotada de un lirismo arrebatador, se configura como uno de los discos de cabecera del consumidor ávido de tristezas. "Siempre nos hemos dirigido hacia ese tipo de emociones. Con este disco creo que mejoramos en ese sentido, en el hecho de comunicar cosas y emociones por encima de todo lo demás. Estoy de acuerdo contigo al respecto de que es un disco triste, pero yo diría que no es una tristeza negativa, sino que es esa tristeza que te hace pensar en las cosas, esa tristeza que puede hacerte verlo todo más claro". Es "Sorry Thank You", en sinopsis, el testamento en carne viva, de una sinceridad hiriente, de un grupo efímero en las estadísticas, pero ya eterno en la memoria. Y a pesar del lamento en voz alta, merece la pena reflexionar y tratar de entender la decisión del ex-cantante. Porque imaginamos a un retraído Andy Yorke encerrado en su casa entre libros, películas, discos y recuerdos, ajeno por completo al vendaval de mediocridad, deterioro y estupidez expresiva que subsiste en la actualidad, y lo único que podemos hacer es sonreír, asentir con la cabeza y, sobre todo, comprender. Comprender.

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