"Dios tiene que ser un ser muy permisivo"

Escuchar “Mientras Dios no mira” (PaloSanto, 19) es uno de los placeres que nadie debería de perderse. La última referencia de José Domingo rezuma buen gusto y personalidad a partes iguales. Psicodelia, rock, aires mediterráneos y alguna que otra sorpresa configuran una de las personalidades más interesantes del rock español nacional. José Domingo actúa este sábado 15 de junio en Festival Monkey Week (Puerto de Santa María, Cádiz).

Puede sonar a tópico, pero de tu disco embruja hasta el título. ¿Debemos de temer la mirada de Dios?
Creo que Dios tiene que ser un ser muy permisivo. El título del disco va más ligado a la sensación de alejarse del foco de atención de todo y de todos pudiendo desarrollar así tus ideas de una manera distinta

"Lo veo como un disco más ligado a ciertos aspectos de la psicodelia rockera, menos aflamencado pero con una conexión mediterránea evidente".

¿Quizás por eso dejaste Girona hace dos años y te fuiste a vivir a una isla?
Puede ser una de las causas (risas). Vivo en Santa Eugenia, muy cerca de Mallorca, pero en una montaña. Quieras que no, esto marca el feeling y el carácter del disco. Antes trabajaba encerrado en un cuarto, totalmente concentrado y aislado del exterior. Este disco está influenciado por aire libre y vistas maravillosas. Podríamos decir que es un disco más diáfano, reconocible en mi carrera, pero diferente.

¿Este aislamiento no puede suponer un impedimento para la “vida social” necesaria de cualquier músico?
Puedo decir que tengo más actividad de la que te refieres ahora que cuando vivía en Gerona. Estoy a diez minutos de Palma de Mallorca y allí encuentras desde propuestas de primer nivel internacional hasta una escena local muy interesante.

“Mientras Dios no mira” es una evolución natural o una nueva búsqueda en tu interior?
Yo lo veo como un disco más ligado a ciertos aspectos de la psicodelia rockera, menos aflamencado pero con una conexión mediterránea evidente. Quizás en él haya buscado más la sencillez, intentando transmitirla en forma elegante. No hablo de minimalismo, pero si de esencialidad. De esa sencillez de la que te hablo.

Tocamos la psicodelia, ¿no cree que es un género con una revitalización importante en nuestro país?
Hay gente que consume lo que le dan las radio fórmulas y otra que simplemente quiere que le sorprendan. Yo me meto en ese grupo de gente, tanto a nivel músico como oyente. Puede que otros compañeros y yo hayamos utilizado la psicodelia para sorprender. Mi apuesta personal es sorprender al público con una apuesta personal y desde la total libertad.

¿Por eso apuesta por la autoedición?
Por la autoedición, que como la entiendo es reflejo de independencia. Autoedito también porque no me gusta ninguna de las propuestas que he recibido. No me parecen justas y cada vez veo más difuso el papel de las discográficas. Si veo necesario un buen equipo de comunicación y booking.

A lo que no renuncias es a tu estudio de referencia, La puerta cósmica de Palam...
Bueno es el estudio de mi bajista. Está aquí en Mallorca y si vieses la ubicación tampoco renunciarías. Cuando te bloqueas, vas, te das un baño y vuelves a trabajar despejado. Siempre me ha gustado y ahora todavía tiene más ventajas ya que toda la banda es de Mallorca.

¿Va a ser fácil veros salir de la isla?
Pues con la edición del disco físico combinaremos la promoción con los conciertos en sala. En cuanto a festivales empezamos en Monkey Week y pasamos por muchos otros como La Noche Neu de Tempo en Tarragona.

¿Sabes que ya tienes peso propio en el panorama musical español?
Me alegra tu afirmación tan rotunda. Lo que sí es cierto es que desde “Almería” se notó un cambio en la repercusión de mi trabajo. Quizás por ese riesgo en lo musical. Quizás porque haya un sector del público que disfruta de ese riesgo y me ve como un personaje diferente.

¿No será por cómo bailas y tocas las maracas?
(Risas) Eso se verá en los directos. El disco es mucho más comedido como he dicho. Incluso me he regalado unos pianos y sintetizadores. En directo todo es mucho más salvaje.