"No nos hemos quedado en el camino"

Cuando uno recuerda la historia del hip hop español, debe hacer una parada obligatoria en el nombre de Falsalarma. Los de Sabadell fueron pioneros en el bombo-clap, y respetados por un buen puñado de temas que reventaron nuestros altavoces. Más de un lustro después regresan con “La memoria de mis pasos” (BOA, 18), un largo en el que el objetivo era ser fieles a su propia historia.

Corría el año 2011 cuando Falsalarma publicaba “Dramática” y, tras la gira de conciertos, poco a poco su actividad comenzó a disminuir. Contadnos, ¿Por qué volvéis ahora? ¿Qué os ofrece este momento que no encontraseis antes?
Bueno… si te fijas en las fechas de los discos anteriores podrás comprobar que nunca tuvimos prisa en realizarlos, cada tres años más o menos sacábamos disco nuevo. En este caso además hemos de sumar las prioridades personales, responsabilidades que precisan de gran atención y algún que otro obstáculo, aunque siempre estuvimos de alguna manera cocinando cosas, el disco “Algo personal” de Santo y Tosko por ejemplo… Este nuevo trabajo se ha cocinado a fuego lento. Llevábamos ya tiempo en el estudio (WildDiamond) trabajándolo y tuvimos que fijamos una fecha por aquello de presionarnos a nosotros mismos para no quedarnos a vivir en el estudio.

"El hecho de mirar hacia atrás nos enriquece el alma por haber podido vivir momentos extraordinarios y a la vez ocupar un espacio en la memoria de mucha gente".

Musicalmente, el disco mantiene el sonido que hizo grande a Falsalarma, con ciertos retoques actualizados. Y sin embargo no encontramos a Dycache entre las producciones del disco. ¿No ha participado en el álbum o es que ha tenido otra labor?
Siempre hemos gozado de estudio propio, que es donde Dycache pilota, hasta hace un par de años. En este disco al carecer de estudio propio llamamos a las puertas de WildDiamond del cual teníamos buenas referencias y hemos trabajado como en casa. En cuanto a las producciones siempre nos ha gustado contar con un amplio abanico de productores en todos nuestros trabajos sin perder ese sonido que nos caracteriza.

Hablando de memoria y el título del disco, lleváis más de veinte años en esto de la música. ¿Qué sensación os viene cuando miráis atrás y veis todo lo hecho y recorrido?
Muy orgullosos la verdad, la música nos ha dado mucho a niveles increíbles, el hecho de mirar hacia atrás nos enriquece el alma por haber podido vivir momentos extraordinarios y a la vez ocupar un espacio en la memoria de mucha gente.

¡Cuánto echábamos de menos la clásica intro en un disco de rap! En esta se habla de los jóvenes y su interacción con los más mayores en búsqueda de objetivos comunes. Desde vuestra mirada como veteranos en esto, ¿cómo veis esta interacción en la actualidad en el rap? ¿Qué aportan los artistas más jóvenes?
La intro básicamente define un estado mental que tarde o temprano a tod@s nos llega, los puntos de vista entre jóvenes y veteranos pueden ser muy distantes aunque al final solo es cuestión de tiempo y es normal. En el fondo esa búsqueda es la misma para todos igual. Cada cual aporta algo bueno de alguna manera.

Hablando de esto nos viene a la memoria vuestra canción "Unámonos". ¿Creéis que se ha llevado a cabo aquel mensaje dentro del hip hop? ¿Existe esa unión hoy?
¡Buf! Ha llovido mucho desde entonces. En su día lo utilizábamos como reclamo ya que crecimos al lado de todos los elementos que componen esta cultura y en cierto modo deseábamos que continuara igual. Lógicamente cada uno elige y hace lo que le sale, nosotros solamente quisimos aportar ese granito por la buena vibra que significó para nosotros esa unión con la que nos iniciamos en esto.

En los últimos años ha cambiado notablemente todo lo que rodea al rap, con nuevos sonidos, nuevos públicos, nuevos mensajes… ¿Dónde creéis que encaja o va a encajar Falsalarma en este nuevo escenario?
Pensamos sinceramente en que no nos hemos quedado en el camino, ni nos hemos descongelado, es más, hemos evolucionado y madurado en nuestro rollo con algunos toques actuales y acordes al sonido de hoy pero sin perder nuestra identidad. Creemos que este disco está más allá de encajes, escenarios o edades.

En “Deja que gaste saliva” habláis del derecho (y la obligación) que tiene toda persona de intentar cambiar lo que no le gusta. Y más adelante escuchamos: “quizá mi música no cambie el mundo pero hace pensar”. El contenido crítico que introducís en el disco, ¿os sirve más para desahogaros o para intentar concienciar?
Un poco de cada. El desahogo es lo primero, hace de pistoletazo de salida para empezar a escribir. A veces estos pensamientos se convierten en una salida y en otras ocasiones en puertas giratorias. Quizás primero nos concienciamos a nosotros mismos a sabiendas de que aparte más de uno va a sentirse identificado o le va a dar que pensar.

Muchas canciones de “La memoria de mis pasos” hablan de cometer errores para aprender. ¿Qué errores son estos de los que habláis? ¿Qué os ha aportado al experiencia en este sentido?
No son más que los errores cotidianos que puede cometer cualquiera, cuando uno se analiza a sí mismo a la hora de escribir es cuando escarbas verdaderamente entre las esquinas del alma, es en esos momentos cuando todo lo demás fluye y se escribe de corazón. Sin duda una buena práctica para reflexionar y no caer otra vez en la misma piedra.

Otra canción que llama la atención es “Mi vida por un sueño”. ¿Con que soñáis vosotros? ¿Qué deseáis?
Soñamos con poder seguir soñando, con poder seguir haciendo música rodeado de momentos extraordinarios, con saber que a veces los sueños se cumplen aunque para conseguirlos siempre es necesario desearlos y luchar por ellos, pero bueno… Soñar es gratis.

Al llegar a “Musas”, uno piensa si os ha costado menos inspiraros que en anteriores, ya que después de estos años teníais mucho que contar. ¿Estamos en lo cierto?
¡Claro! El hecho de que haya pasado tanto tiempo nos ha permitido vivir diversas etapas y experiencias de todo tipo, lo cual facilita el encuentro con la inspiración y el escribir motivado o movido por algo que te invade el pensamiento.