Desde Cambria
Entrevistas / Port O´brien

Desde Cambria

Cristina V. Miranda — 06-11-2009

M Ward expandió el rumor y el resto lo hicieron las canciones exquisitas y acogedoras de su álbum de debut. “All We Could Was Sing” cambió la vida de Van y Cambria, dos habitantes de la aislada Cambria en California (sí, cantante y ciudad comparten nombre) y les lanzó a una vida nómada de conciertos que se completa ahora con la llegada de un nuevo disco.

“Threadbare” (City Slang/Nuevos Medios, 09) viene marcado por el vitalismo de quien todavía quiere cantarle al mundo, pero también por la tragedia. A comienzos de este año, cuando el álbum comenzaba a tomar forma, Cambria sufrió la pérdida de su hermana, una fatalidad que obligó al grupo a replantearse su situación. “Después de la tragedia decidimos concentrarnos de una forma muy activa en realizar cambios en la banda, enfocarnos en escribir canciones y volver a lo que era nuestra idea inicial de Port O’Brien”. Su debut estaba marcado por el intimismo pero también por las melodías contagiosas y una alegría que ya no es tan evidente ahora. “Éste es un disco más emotivo y tranquilo, pero cuando lo escucho no siento que sea pesimista porque mantiene un sentimiento de esperanza. Queríamos reflejar la idea de que la vida es corta y tienes que ser curioso y divertirte. Es importante distanciarte de la gente que te hace sentir mal, o deshonesto”. A ellos les gusta rodearse bien y por eso en un primer momento acudieron al estudio casero de su amigo de Papercuts, Jason Quever, para la producción del disco, que finalizaron en Los Ángeles con Aaron Espinoza. En “Threadbare” abundan los arreglos preciosistas y ciertos enfoques que le han valido comparaciones con bandas como Arcade Fire. “Me sorprende porque en realidad no he escuchado más que un par de canciones suyas. Yo he crecido con Neil Young y Nirvana y ahora escucho mucho hip-hop. Estamos más influidos por las emociones que puede transmitir cierto tipo de música que por el estilo de la misma”. “Threadbare” no resulta tan inmediato como su antecesor ni contiene himnos como “I Woke Up Today”, pero su delicada mezcla entre la introspección y el entusiasmo lo convierten en otra digna contribución al legado que Port’O Brien ya han comenzado a construir.

Un comentario
  1. Stay iniarmotfve, San Diego, yeah boy!

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