Brooklyn cool

Hay grupos que llevan la etiqueta de culto pegada a ellos. Es casi como una maldición. Y luchar contra ella no tiene sentido. Así que lo mejor es aceptarlo, y esperar que algún día se produzca el milagro. The Ladybug Transistor es una de esas bandas, y hace unos meses se descolgó con “Can’t Wait Another Day” (Green Ufos,), un disco que es mucho más que un compendio de la mejor música cocida en los sesenta.

Al habla Gary Olson, cerebro de la banda más cool e infravalorada de Brooklyn. “Es curioso porque nosotros nunca hemos creído eso de que somos una banda revival de los sesenta. Lo único que intentamos es hacer buenas canciones. Lo importante para nosotros es que cada canción tenga una producción atemporal. Podemos tener algunas que recuerden vagamente a los sesenta y setenta, pero es de forma circunstancial. Queremos que la gente aun escuche nuestras canciones de aquí treinta años”. Razón no le falta a Olson. En el nuevo disco no es difícil advertir los guiños a The Cars, Fleetwood Mac o Prefab Sprout. “Me encanta The Cars. Rick Ocasek era mi cantante favorito cuando era un adolescente. Sobre Prefab Sprout te diré que durante años trabajé en una tienda de discos donde mi jefe no paraba de ponerles. Creo que han estado dentro de mí todos estos años. Paddy McAloon es un cantante único, y me encanta como combina las voces masculinas con las femeninas. Es muy parecido a como lo hace The Go-Betweens en ‘16 Lovers Lane’, uno de mis discos favoritos”. De casta le viene al galgo.