Acordes menores
Entrevistas / Viva Las Vegas

Acordes menores

Beatriz G. Aranda — 10-08-2005
Fotografía — Archivo

Cuando Manta Ray terminaron de grabar “Pequeñas Puertas…” (Astro, 1998), había dos caminos sonoros posibles para el futuro de los asturianos. El que se quedó sin transitar (temas como “A Love Song” o “The Corner”), fue retomado hace tres años por José Luis y por Frank utilizando el nombre de un disco de Elvis. “2” (Acuarela) es su segunda entrega como Viva Las Vegas.

“Probablemente tengas mucha razón. Manta Ray optó por una manera, dejando atrás otra vía de expresión que yo he recuperado. Digamos que ahora estoy mucho más cerca de ver satisfechas todas mis necesidades musicales. Me considero una persona muy natural y así es como quiero comportarme en lo musical. Viva Las Vegas es mi aportación más personal”. No hace falta que lo jure. Basta atender a las letras de los dos álbumes de VLV. Pequeños versos, frágiles, afilados, escritos con un “yo” delante. Sin vergüenzas. Sobre todo en “2”, donde incluso aparecen escritos en el propio libreto. “Sí, las letras son simples, yo siento la necesidad de expresar unas emociones en primera persona y lo hago de la forma en que se hace en la vida cotidiana: de forma sencilla”. José Luis mira a los ojos constantemente, se muestra afable y confiado. Su voz es mucho más aguda que en disco y su rostro tiene pequeñas arrugas alrededor de la boca. Y no, no es de fumar, sino -y esto sí que sorprende- de sonreír.

"Siento la necesidad de expresar unas emociones en primera persona y lo hago de la forma en que se hace en la vida cotidiana: de forma sencilla "

“Lo que voy a decirte es un poco técnico. Siempre me han llamado mucho más la atención cómo sonaban los acordes menores que los mayores. El acorde menor suena melancólico y el mayor no. Pero es una cuestión de gusto y de sonoridad, yo no soy un tipo atormentado”. Ni “Viva las Vegas” ni “2” son discos atormentados. Amargos y cínicos, sí. Herméticos y cerebrales, también. Y es que el segundo largo de los asturianos es la continuación lógica del primero. No hay saltos emocionales ni sonoros, simplemente “2” es un trabajo mucho más consciente y meditado. “Estoy muy contento con el resultado porque tampoco difiere mucho del primer disco”. Destacar como novedad una mayor contundencia en las bases rítmicas: el sonido del bajo ya no es un fantasma etéreo deambulando por las melodías. “Frank y yo pensamos en que había una tercera persona, es decir, que había la posibilidad de que las canciones crecieran. Ya sí que tenía sentido meter instrumentos como un bajo para que la canción cogiese cuerpo en un momento determinado”. Efectivamente, la principal novedad para este disco en Viva Las Vegas es la presencia de un nuevo miembro: Ismael Maimuny. “Aporta calidad y una manera inocente de todo esto de la música, algo que Frank y yo ya no tenemos. Me gusta de una forma egoísta poder absorberle esa ilusión”.

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