Rock Radikal Vasco. El invento de la Euskadi alegre y revoltosa
Libros / Juan Pardo Laguna

Rock Radikal Vasco. El invento de la Euskadi alegre y revoltosa

8 / 10
Unai Alonso — 22-11-2021
Empresa — LaBellavistaPapel

El 2 de mayo de 1981 The Clash performa en el velódromo de Anoeta. Dos años después, en un bar de Jarauta de Pamplona, Marino y Patxi Goñi, dueños del sello Soñua, comentan la idea de promover una escena en el territorio. Ya estaba la semilla enterrada. Cinco años después, en 1988, Kortatu se despide en el pabellón de Anaitasuna de Pamplona. En medio de todo esto va un lustro de loca agitación que recordamos como RRV. Este lapso de tiempo es lo que se relata en "Rock Radikal Vasco. El invento de la Euskadi alegre y revoltosa", un manuscrito de 140 páginas obra del escritor gallego Juan Pardo Laguna. Separado en cuatro actos, el documento narra el nacimiento milimétrico de la escena a ritmo descriptivo, con toda suerte de datos, anécdotas, ordenadas año a año, mes a mes, semana a semana, que presume de no dejarse nada fuera. La historia va saltando de una banda a otra, sin descanso, reconstruyendo los hechos más relevantes, por pequeños que estos fueran, sucesivamente. Los previamente mencionados hermanos Goñi, muñidores del movimiento, fueron reclutando bandas (Herzainak, La Polla Records) para terminar aglutinando una suerte de relevancia primordial en la escena. Uno de los méritos inconfundibles del RRV fue precisamente ese, el de agrupar. No olvidemos que para que nazca, exista y perdure una secuencia temporal como esta, hace falta ensamblar espacios, promotoras, discográficas, fanzines, radios y público con la parte creadora: desde músicos, letristas, técnicos, productores, hasta diseñadores gráficos, letristas... Todo, además, ha de coincidir geográficamente y, por encima de todo lo demás, hacerlo alrededor de lo más importante: una idea. En este aspecto, el RRV resulta imbatible.

El libro realiza un repaso temporal al almanaque radical. El contexto y lo doméstico de cada banda antes, durante y después de cada álbum, se rescata convertido en pequeñas joyas a revisitar. Como lo fue el impacto que tuvo en la escena cada movimiento pequeño que se producía (dentro y fuera de él). Cada concierto parece ahora un pequeño milagro al borde de la catástrofe, pleno de hechos inverosímiles y momentos memorables. Autoeditado mediante el sello LaBellavistaPapel, de la lectura se deduce una gran labor de documentación por parte del autor, sobre todo en la biografía de las bandas. La sucesión de referencias y anecdotarios alrededor de todas ellas hace posible deslizarse cómodamente en la lectura.

En 1987 comienzan los primeros síntomas de desapego general con la salida de Hertzainak y de la Polla del sello de Soñua. Un año después se celebra el mencionado último bolo de Kortatu en Pamplona. Si bien toda historia tiene mil y una razones para un final (y que no hay expresión artística carente de lado oscuro, como dice el autor), en el caso del RRV podríamos quizá citar alguna más. Pero algo tendrá el movimiento que en cuanto nos despistamos un poco queremos volver a recordarlo colectivamente. Y con este ensayo monográfico podemos hacerlo, pues es apto para incondicionales del género, pero también para aquellos jóvenes melómanos que quieran orientar la lupa hacia este hecho histórico.

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