Estado de gracia
Libros / Fernando Epelde

Estado de gracia

8 / 10
David Lorenzo — 08-01-2015
Empresa — Fundación SGAE

Con esta obra, Epelde ganó en 2012 el XXI Premio SGAE de Teatro. Dos años después, por fin ha sido publicada. Tras su lectura, podemos afirmar que como el título de esta original e innovadora pieza teatral, el orensano se encuentra efectivamente, en un permanente estado de gracia. De hecho, este artista multidisciplinar, que además de escritor también es músico (tal vez algunos le recordaréis formando parte de bandas como Agentes del Orden o Modulok, o por sus trabajos en solitario bajo el nombre de Raposo) y ha desarrollado su talento en campos como el cine y la fotografía, no para de acumular premios y reconocimiento. Los más importantes, siempre dentro del campo de la dramaturgia. Así, al igual que ocurriera con “Estado de gracia”, Epelde ha vuelto a conseguir el Premio SGAE de Teatro en el 2014 con “Drone” y anteriormente, destaca también el Premio Tirso de Molina que obtuvo en 2011 por “Ud. no está aquí”.

Tras leer la obra que aquí nos ocupa, disfrutando de la riqueza lingüística que destila el autor en sus descripciones -“Son tan diferentes a los espectadores y tan similares entre sí, que parece como si Dios los hubiese olvidado fuera del horno al cocer el barro”-, sufriendo con el heroico patetismo de unos personajes que retratan a la perfección nuestros propias miserias y virtudes, degustando la ironía y agudeza que puebla sus páginas -“Los chivatos siempre cuentan o contienen algo malo”-, sorprendiéndonos con los inteligentes recursos con que Epelde nos hace viajar del pasado al presente y de la locura a la cordura, y sobre todo, manteniéndonos en vilo con una trama que atrapa de principio a fin; no nos sorprenden lo más mínimo ni los premios ni las buenas críticas recibidas por este escritor.

Las ansias de Emi (uno de los personajes principales de la obra) por descubrir quienes fueron realmente sus padres, sirven de excusa al autor para hacernos transitar por dos épocas tan distintas y cercanas a la vez, como la actual y la de la Movida allá por los años ochenta. Para introducir sus impresiones sobre la crisis política, social y económica que vivimos en nuestro país. Para desarrollar un crudo y asfixiante microcosmos en el que se mezclan los personajes de ficción con personajes reales que bajo la óptica de Epelde cobran nueva vida más allá de la suya -Alberto García Alix, Paloma Chamorro, Iván Zulueta-. Para reflexionar sobre el arte, y como no, para introducir todo tipo de referencias musicales -Elvis, Morrison, Mercury, Bowie, Hendrix...- que incluyen hasta alguna que otra curiosa lista de éxitos de años pasados.

En definitiva, y como acertadamente reza el subtítulo de esta obra, “Estado de gracia” es una historia por amor al arte, que con su lectura te proporcionará ese tipo de placer que perdura y se aferra a tus entrañas, por nacer del dolor, de la oscuridad y de las profundidades misteriosas e insondables del alma humana.

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