Poco tiene de extraño que The Zutons hayan sido recientes teloneros en la gira que acercó a The Coral hasta Barcelona. Para empezar, comparten el mismo productor (el histórico Ian Broudie, ex Lightning Seeds y productor de los primeros trabajos de Echo And The Bunnymen) y forman parte de la misma renovada escena de grupos de Liverpool que está tratando de ser catapultada al punto de mira de los tabloides musicales (el NME ya les incluyó dentro de su Brit Pack para el 2004).
Todo esto podría traducirse, en la práctica, en un sano eclecticismo que se constituye también en arma de doble filo, ya que de su dosificación acabará dependiendo el balance final: ¿variado o disperso? El caso es que saben invocar a las mejores brisas del rock norteamericano de raíces más sosegado en “Confusion”, “Not A Lot To Do” o “Railroad” (¿no era esto lo mismo que hacían Gomez?), abrevan en la tradición del blues británico de los sesenta en “Long Time Coming”, se dejan arrastrar por la marea psicodélica en “Nightmare Part II” y logran sus más efectivos cortes cuando se imbuyen de sudorosos trazos negroides en “Pressure Point” o “Dirty Dancehall” (con ese inicio digno de los mismos Morphine).
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