Love & Decay
Discos / Spotlights

Love & Decay

8 / 10
Adriano Mazzeo — 01-05-2019
Empresa — Ipecac
Género — Indie rock

Sería fácil, y cierto, definir a "Love & Decay" como el disco que muestra la versión más perfecta de Spotlights. También lo sería decir que el sonido de Spotlights es simplemente un cruce de influencias claras: My Bloody Valentine y sludge metal. Pero no estamos aquí para simplificar la info, ponerle un bonito papel y dejarla al pie de un portal en Nochebuena. Spotlights es un trío de Brooklyn que, lentamente, paso a paso, va sumando referencias exitosas y dando fuerza a una carrera tan joven como prometedora.

Desde sus comienzos en 2015 vienen gozando del respeto de ciertos referentes que de un modo u otro forman parte de la historia del grupo: Chino Moreno se enamoró de su sonido y les invitó a telonear a Deftones y Mike Patton les fichó para Ipecac Recordings en el momento de la salida de "Tidals" en 2016. Esta formación multicultural y familiar completada por Mario (colombiano, guitarra, voz y marido) y Sarah Quintero (estadounidense bajo, voz y esposa) junto al baterista filipino Chris Enriquez llega a la edición de "Love & Decay" dándole a su música un sorprendente aplomo, adueñándose con maestría de climas que los llevan del post rock al dream pop, llevando las melodías a la máxima exposición posible y siempre, en cada vuelta de cada tema, dándote un buen mazazo de distorsión por la cabeza.

Para Mario y Sarah, el grupo funciona en parte como un taller donde exponer su propia historia como pareja y compañeros de banda, concluyendo en la letra de "The Age of Decay" sobre los vuelcos y curvas que deben atravesar para convivir en un mundo con el que puede ser difícil lidiar.

Un recorrido entero por el disco dejará una agradable sorpresa: desde el comienzo de alto perfil de "Continue the Capsize", pasando por el vals tan romántico como sísmico "Far From Falling", luego por el frenesí percusivo que se encuentra con una impenetrable pared de sonido en "Mountains Are Forever", para finalizar en los casi once minutos de la épica e incidental "The Beauty of Forgetting" -que igual recuerda tanto a Depeche Mode como a Isis-, todo "Love & Decay" funciona como una obra glosada donde el espacio, lo etéreo y el efecto calmante de las amplias melodías vocales son el respiro perfecto para una catarata de riffs en caída libre que te estremecerán el cuerpo y el corazón. Sublime.

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