Qué lejos quedan los tiempos de “Ex:el” (ZTT, 1991). Sobre todo en lo que respecta a la hora de escoger colaboraciones vocales. Si allí aparecían Björk y Bernard Sumner, aquí nos encontramos con Simon Lord de Simian en “606”, Guy Garvey de Elbow en “Lemonsoul” y Wayne y Larry Love de Alabama 3 en “Crossword” y lo cierto es que están entre lo más prescindible del álbum (y menos mal que no se concretaron las citas con Ian Brown y Billy Corgan). Pero a pesar de todo hay que reconocer que Graham Massey, Darren Partington y Andrew Barker saben aguantar el tipo siendo fieles a si mismos: se reconocen sus huellas digitales en la geografía quebrada de “Chopsumwong”, en la psicodelia soleada de “Wheatstraw”, en el breakbeat ácido de “Boogieman” (lástima de los coros), en la percutiva “Suntower”, en “Soulflex” (aunque a quien más recuerda es a Orbital). Todas ellas dan muestra de su habilidad, pero también de que hace muchos años que dejaron de marcar la pauta. ¿El problema? Un sonido que es prácticamente el mismo que hace doce años, como si no hubieran renovado la versión de su Cubase. Así no se puede competir.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.