Dice el refrán que “el que tuvo, retuvo”. Y 808 State –léase, los pioneros Graham Massey y Andrew Barker– lo tuvieron todo. Y más concretamente a finales de la década de los ochenta, en los que lideraron desde su Manchester natal la explosión acid-house de aquel “Verano del amor” tras el que ya nada fue igual. Huelga recordar que su icónico “Pacific State” de 1989 es una incuestionable obra maestra de la mejor electrónica futurista, escapista y, hasta, baleárica.
Ahora, treinta años después, y a través de este nuevo y séptimo disco llamado “Transmission Suite” –su primer lanzamiento tras diecisiete años de silencio en formato largo– demuestra que están en plena forma sonora; siendo capaces de sonar vanguardistas, pero mirando hacia atrás sin ira y usando de medios de producción musical analógicos que los aboca a un sonido algo menos avanzado del que han sido abanderados. Y ni falta que les hace.
Ahora 808 State se han reconvertido en cuarteto y han tenido el detalle de dedicarle el título de este nuevo álbum al lugar en el que lo han grabado: los famosos, y ahora abandonados, estudios Transmission Suite situados en la, no menos mítica, Granada TV en los que The Beatles tocaron por primera vez en televisión. A lo largo de quince temas tiran de acid, de techno, de electro, de rave, de beats industriales y de melodías abstractas, robóticas y hasta aphextwinianas, quizá inspiradas, en parte, en ellos mismos. El mejor exponente de esto es la minimalista y juguetona “Pulcenta”. Pero es la acidorra, electrosa y detroiteña “Tokyo Tokyo” la que se lleva todos los honores entre un notable track-list en el que, también, es justo reconocer la bailable y tribalera “Ujala” y las raveras, trepidantes y muy noventeras “Skylon”, “Trinity” y “Bataglia”. Sumergirse en este disco es como viajar al futuro desde el pasado, sin pasar por el presente. Disfrútenlo.
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