Muna
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Muna

7 / 10
Fran González — 05-07-2022
Empresa — Saddest Factory / Dead Ocean
Género — Pop

A pesar de estar hablando de su tercera entrega en formato de larga duración, es ahora cuando este trío de Los Ángeles compuesto por Katie Gavin, Josette Maskin y Naomi McPherson ha decidido bautizar con un homónimo y reafirmante título su nuevo trabajo, dejando claro desde este propio gesto su intención para con el contenido y el mensaje del mismo. Directo y al pie, “MUNA” (Saddest Factory/Dead Oceans, 22) arranca con una pista firmada a pachas con Phoebe Bridgers (quien además le ha abierto las puertas a la formación californiana para publicar este tercer disco bajo el paraguas del sello que ella misma fundó en 2020, Saddest Factory), confirmando desde el mismísimo inicio sus ambiciones y la enorme carga simbólica detrás de su relato. ‘Silk Chiffon’ es ese tipo de balada naíf y tontorrona que pondría de buen humor a cualquier enamorado que se precie, remitiéndonos con sus palabras a una tórrida y sentida relación entre dos chicas, donde además encumbra desde sus primeros acordes la importante carga reivindicativa que el álbum posee (y más en un mes como el presente): “Silk chiffon: that's how it feels, oh, when she's on me”.

Lejos de sentir vértigo ante ese salto desde una multi-nacional a la autoedición más independiente, MUNA revelan con su espíritu empoderado y luminoso, presente en cada una de las canciones de su trabajo, que es ahora más que nunca cuando se sienten ellas mismas de verdad. Consignas tan francas como las que encontramos en la energizante ‘What I Want’ (“I want to dance in the middle of a gay bar”), embadurnadas de una resplandeciente pátina de purpurina discotequera que nos contagia al instante y nos confirma con ello que la auto-aceptación y el optimismo más galopante han tomado los mandos en la gestión creativa de este trío. Será, sin embargo, en relatos más pausados (‘Kind of Girl’) o que directamente miran de cara al pop más revival de los noventa (‘Anything But Me’) donde tracemos similitudes incuestionables e irrefutables con cierto trío de hermanas, también naturales de Los Ángeles. Y no es baladí, pues a fin de cuentas, el de MUNA y Haim es ese mismo universo en el que conviven de buena gana el hedonismo más inocuo, la emotividad más genuina y la proclama más liberadora.

Pasional, veraniego y con altas dosis de poderosos sintetizadores destinados directamente a sacudirnos, poco más se le puede pedir a un disco que nos llega en plena temporada estival. Pero las MUNA no se quedan tranquilas entregándonos simplemente un álbum idóneo para el baile, sino que en sus latentes intenciones queda vigente la finalidad (un tanto ambiciosa, aunque con buena fe) de servirnos un discurso que abogue por incitar a que la gente conecte con sus auténticas personalidades y abracen consigo una catarsis que les libere de cualquier estigma o coacción. Aunque más allá de sus elevados propósitos, MUNA sintetiza con acierto el leitmotiv de su actual trabajo con unas líneas discretas y llanas localizadas en su primer corte y que subrayan su característico espíritu vitalista con sencillez y firmeza: “Life's so fun, life's so fun”. 



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