Labrinth, Sia & Diplo present... LSD
Discos / Lsd

Labrinth, Sia & Diplo present... LSD

5 / 10
Álex Jerez — 23-04-2019
Empresa — Columbia
Género — Pop

La presentación de “LSD” es un álbum de escasa personalidad, con un sonido casi robótico y agotado, cuyas limitaciones creativas dejan mucho que desear. A grandes rasgos este curioso estreno como trio firma un proyecto de synth-pop con letras terriblemente pobres y muy poco que aportar a sus protagonistas. Hay demasiados factores que juegan en contra de este largo de debut y hacen muy fácil poder tirar a la basura el disco desde la primera escucha. Sin embargo, entre tantas carencias, sí que merece la pena pararse a pensar qué ha llevado a tres estrellas globales como Sia, Diplo o Labrinth a unirse y firmar una propuesta como esta. “LSD” va intercalando a lo largo de todos los temas momentos álgidos, que derivan principalmente del juego de voces que hacen Sia y Labrinth como dúo; y cuyo máximo exponente podría estar en esa pegadiza batalla a base de cuerdas que es “Genius” (olvidemos el innecesario remix de cierre junto a Lil Wayne). Con bases clubbing paródicas que buscan conseguir la canción del verano y dejan a Diplo en una comprometida situación. Y es que, viendo ese gran universo psicodélico a nivel visual inspirado en Peter Max cuesta entender que el trio no haya apostado por ir un paso más allá en el sonido. Aunque, en su defensa, se puede decir que el álbum sí que ha reflejado desde su creación un aire de despreocupación y pura diversión que saca a las estrellas de la presión a la que les somete la industria a diario.

Observando detalladamente el LP, vemos que existen algunos guiños interesantes que, por culpa de esa sensación de poco esfuerzo que desprende el disco en su conjunto, no han sabido desarrollar con maestría. Entre lo mejor del largo nos encontramos con una “Thunderclouds” inspirada en un reggae clásico, o rocksteady, que pese a verse ahogada por el pop facilón que define a la banda, sí que resume un poco esa intención fallida de la propuesta de construir algo que suene a presente y futuro. ¿Un movimiento algo precoz? ¿No habría sido más inteligente sacar un tema puramente reggae ahora que el genero está asomando la cabeza en el panorama comercial? Siguiendo esta misma línea aparece en “Audio” tímidamente una base trapera que no consigue destacar lo suficiente el lado urbano del proyecto. O, por ejemplo, nos encontramos ese intento de dancehall que presentan en “No New Friends” y que terminan disfrazándolo de pista de baile. Además, para rematar todo esto, entre los créditos de producción del álbum aparece Jr Blender. Eterno colaborador de Major Lazer (“Lean On”) cuyo máximo reconocimiento en la industria, al margen del mundo pop, está ligado al terreno del reggae y sus colaboraciones produciendo a figuras como Damian Marley, Sean Paul o Chronixx.

Con todo esto sobre la mesa, da un poco de pena ver que otro inicio de recorrido de LSD habría sido posible. Es inevitable sentir que la enorme sombra de ser tres de las grandes figuras pop del momento ha contaminado por completo un proyecto que podría haberse convertido en una vía de escape mucho más experimental para sus carreras. Era la excusa perfecta para jugar entre ellos sin esperar nada a cambio, renovarse en el mercado y hacer algo de calidad. Crear el álbum de pop perfecto que levantara el género por completo o marcar tendencia en el mercado y sorprender. Sin embargo, el resultado final suena más bien a un conjunto de canciones residuales que a cualquiera de ellos les costaría incluir en sus proyectos en solitario.

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