Kaytraminé

Los exitosos Kaytranada y Aminé se encuentran en este resonante disco colaborativo enarbolando un aparente hype de dimensiones aunque la realidad es que son viejos conocidos y esta unión parece no ser solamente producto de la intención de generar millones de escuchas. La intersección entre el refinado productor y el provocador rapper data de casi diez años cuando Aminé firmó un remix del “At All” de Kaytranada.

En aquel lejano 2014 no hubieran imaginado que podrían dar vida a un álbum colaborativo como el homónimo “Kaytraminé” en el que cuentan con el presupuesto suficiente como para tener, entre otros, a Pharrell Williams, Freddie Gibbs y Snoop Dogg como invitados.

Pero las mieles del éxito hacen que estemos hoy ante este disco que más allá de dar cierta sensación de inconexión entre canciones, también tiene algunos momentos para resaltar, sobre todo si tenemos en cuenta en que está siendo lanzado prácticamente para dar la bienvenida al verano. El tono juguetón, sexy y algo macarra que domina el álbum sienta perfecto como banda sonora previa a una buena juerga.

“Kaytraminé” se abre con la agitación de “Who He Iz”, soltada de tacos incluída, para entrar a continuación en “letstalkaboutit”, con Freddie Gibbs aportando su sabor y con un coro funk en perfecto falsete. “4EVA” es puro gancho, no por nada Pharrell Williams aparece como invitado. Un uptempo rompepistas que se abonará a miles de listas en las plataformas de streaming. Tras esta tríada con la que el disco se inicia de forma consistente, los momentos destacables comienzan a aparecer con mayor escasez de la que nos gustaría, quizá en la seductora “Rebuke” o la bossanovesca “sossaup” (feat. Amaarae). No es hasta que llega “Eye” en penúltima posición del tracklist que la cosa vuelve a levantar el vuelo. Aquí Aminé encaja perfectamente con el boss Snoop Dogg, entrelazando melodía y el inconfundible rapeo nasal del rey gangsta.

Teniendo en cuenta que ambos artistas están en la cresta de la ola, quizás esperábamos un disco más espectacular. Pero, incluso sin ese brillo presente en todo momento, “Kaytraminé” es un trabajo cumplidor, simpático y cómplice.