Essex Honey

Es fácil dar por sentados proyectos como el de Blood Orange, pero son de agradecer la apuesta, la perseverancia y el riesgo de casas independientes como Domino frente a trabajos de la magnitud y profundidad de “Essex Honey”, particularmente en un momento en el que la inmediatez e impaciencia parecen primar en la industria.

Pese a que este quinto trabajo se lanza en conjunto con la multinacional RCA, son más de dos décadas las que Dev Hynes lleva trabajando con el sello indie de Londres, que ha visto su increíble desarrollo desde la etapa indie-rock de Test Icicles, pasando por la propuesta alt-folk de Lightspeed Champion, su trabajo como productor de proyectos tan dispares como Solange o Kylie Minogue, su muy acertada aventura como compositor cinematográfico y, por supuesto, su siempre innovador proyecto Blood Orange.

Los primeros minutos del álbum ya nos avisan con “Look At You” y “Thinking Clean” de que este no va a ser un trabajo continuista: una amalgama de riffs de jazz, arreglos de neoclásica o pulsantes sintetizadores son un pequeño recordatorio de la inquietud creativa del productor británico.

La delicadeza e introspección de Blood Orange no ha ido a ninguna parte; al contrario, se magnifica con una cándida tristeza, presente en pistas como “Somewhere In Between”, “Vivid Light” o “Life”, en la que nos abre pequeñas ventanas a su Essex natal, su juventud y el duelo ante la pérdida de su madre.

No lo hace solo, la colaboración vuelve a ser clave en este nuevo esfuerzo de Hynes que se deja arropar por recurrentes como Caroline Polachek, que nos regala las melodías vocales más delicadas y cautivadoras en varios cortes del álbum. Repite también en “Scared of It” –junto a Ben Watt, cincuenta por ciento de Everything But The Girl– un comedido Brendan Yates, que evita su desgañite habitual para devolverle el favor tras la aparición de Hynes en el “Alien Love Call” de Turnstile. No faltan nuevos colegas, como es el caso en el delicado cierre “I Can Go” con Mabe Fratti o Mustafa.

“Essex Honey” también nos recuerda el polifacetismo de Hynes a través de cuidados e inesperados samples: cómo imaginar la aparición del bello e hipnotizante riff de guitarra de Durutti Column en “The Field”, una suerte de remix de “Sing to Me” de la banda de Manchester; o el homenaje en “Westerberg” a Paul Westerberg y sus Replacements, tomando prestado junto a Eva Tolkin el estribillo de “Alex Chilton”; y la misma Lorde que, de manera casi espectral, evoca a Elliott Smith en la melancólica “Mind Loaded”.

Queda claro que “Essex Honey” no es el trabajo de un novicio, es un minucioso trabajo de cariño y autorreflexión, resultado de una larga y vasta experiencia profesional, los recuerdos y penurias que nos deja la vida, todo ello sumado a una confianza que sólo concede el tiempo.