De incendios y flores
Conciertos / Mabel Flores

De incendios y flores

8 / 10
Alejandro Caballero Serrano — 12-05-2021
Sala — Salamandra, L'Hospitalet (Bcn)
Fotografía — Alejandro Caballero Serrano

Mabel Flores presentó en sociedad su último trabajo “Meraki” (Kasba Music, 21) en un escenario repleto de naturaleza. A parte de estar lleno de plantas, encontrábamos un buen puñado de instrumentos, un preludio del gran directo que estaba a punto de llegar. Así que cuando todos los asientos de la Sala Salamandra se llenaron, las luces se apagaron y dieron paso al inicio del evento.

Para poder instaurarnos en el universo de su nuevo trabajo, el espectáculo comenzó con sonidos de naturaleza y una voz en off de la propia intérprete que nos invitaba a disfrutar del concierto de la forma que quisiéramos. Tras esto fueron apareciendo una a una las seis músicas que iban a copar el escenario y por último Mabel. Y volvió la luz y con ella “Ya llega” con un inicio muy potente que decidió continuar con “Vamos a volar” y consiguió arrancar las primeras palmas por parte del público. Con tan solo estas dos canciones ya demostraron la fuerza del directo que poseía la formación catalana, que convertía todas las composiciones en una gran fuente de energía. Para pasar al siguiente tema lo hicieron enlazando con un solo de piano, una fórmula que repetirán de nuevo más adelante, pero con otros instrumentos. Prosiguieron con un canto a la libertad, y en este instante todos los asistentes sin darnos cuenta, habíamos entrado de lleno en “Meraki”.

Tras esto, hizo la primera pausa y aquí pudimos descubrir la naturalidad de la intérprete, que justo antes del concierto se encontraba en la puerta de la sala, saludando a todos los asistentes. Y con esa tranquilidad nos hablaba sobre la siguiente pieza que iba a interpretar, que habla sobre quererse a una misma. “Mi amante preferida”, que, aunque no estaban Roba Estesa para completar la pieza, interpretaron una gran versión mucho más cercana al ska. Y siguió con un tema más emotivo, “La batalla invisible”, de su anterior disco, que trata sobre las relaciones tóxicas y que nos hizo bajar las revoluciones de esas cuatro primeras piezas más bailables. Tras esta, tan solo quedaron dos músicas junto a Mabel, mientras ella hablaba a corazón abierto sobre los abusos sexuales. Es aquí cuando muestra su faceta más poética, interpretando un texto titulado “Es una niña” a doble voz junto a su corista y trompetista, mientras sonaba una instrumental de piano muy leve.

Mabel Flores Sala Salamandra 2

Sin duda, este fue el momento más emotivo de la noche, y cuando acabaron poco a poco fueron regresaron el resto de las músicas al escenario para completar los siguientes temas. Interpretó composiciones con un tono más alegres, pero sin dejar varias reivindicaciones al lado. Hizo que todos reflexionáramos sobre nuestros momentos de tranquilidad en “Tiempo” y nos dio la libertad de expresarnos y divertirnos con “Canta”. Aprovecho el “Cant de resistència” para mostrar el enfado por las actuales condiciones que vive el sector de la música y nos invitó a dejarnos llevar por el ritmo de la música sin importar lo que pensarán los demás en “Algo torpe”. Y dio paso a uno de los mejores momentos de su directo, “La sopita”. Desde hace años, la historia de la vecina que deja al marido siempre es muy alardeada por su público y esta vez no fue para menos. Además, aprovechó para presentar a sus músicos a través de la musicalidad circense que tiene la pista. Al acabarla, se marcharon del escenario, había llegado el momento de los bises.

Y es que, el toque de queda impedía que el concierto durara más, así que Mabel anunció las tres últimas composiciones de la noche. Arrancó con “No darás nunca la talla” con la que los asistentes, desde su silla, siguieron los pasos de baile que iba indicando la cantante. Tras este, pasaron a uno de los hits de su último LP, “Mujer incendio”, donde el publico se dejó la garganta interpretando este himno feminista. Y siguió con “Canciones en pijama” cerrando este trío de canciones animadas y que reivindicaban la lucha feminista al completo. Parecía que se iba a acabar ya, pero ella preguntó si daba tiempo a interpretar una más y así fue. Por tanto, bajo todas las revoluciones y nos emocionó a todos con “Com els ocells”, el tema más emotivo de su último trabajo. Así cerro Mabel Flores este concierto en el que demostró que “Meraki” hay que vivirlo en directo. Siguiente parada: Madrid.


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