Me hubiese apostado una cena a que la nueva visita de la Blues Explosion iba a ser un pinchazo espectacular. La caída en picado del trío, debido a que otros vienen pisando fuerte, a que la pistonada en estudio ha bajado en sus últimas incursiones, y a que son demasiadas las ocasiones en las que han pisado nuestros escenarios, me hicieron pensar en la seria posibilidad de que estuviésemos, no como en familia, pero si en una situación de absoluta placidez. Sin embargo, la sala presentaba el aspecto de las mejores ocasiones. El concierto fue de menos a más, con una banda que sonó plana, que nunca pareció dar el cien por cien y, a pesar de que hacía el final, si que hubo tensión, algo de clímax y empuje, nunca se acercaron a aquella Jon Spencer Blues Explosion que nos dejaba sin aire, exhaustos y sudorosos en los tours correspondientes de discos explosivos como “Orange” o “Acme”. La Blues Explosion parece un grupo desinflado, con un Jon Spencer a medio gas, que ya no aúlla como antes, un Judah Bauer muy parado, estático, con poca motivación, y Russell Simmins todavía pega con contundencia, pero toca de forma muy robótica. Hora y cuarto para pasar el trámite (fueron superados con creces por los alocados y extremos The Hunches), que nos dejó fríos, y con la idea de que el declive de la Blues Explosion ha dado inicio. ¿Se les habrá pasado ya el arroz ?.
What a joy to find such clear thikinng. Thanks for posting!