¡Larga vida a El Genio Equivocado!
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¡Larga vida a El Genio Equivocado!

8 / 10
Luis M. Maínez — 15-01-2020
Empresa — El Genio Equivocado
Fecha — 11 enero, 2020
Sala — El Sol, Madrid
Fotografía — El Genio Equivocado

En la segunda de las sesiones nocturnas que El Genio Equivocado, uno de los sellos más interesantes del indie (del de verdad) español, celebró en la Sala El Sol, en el corazón de Madrid, los muchísimos espectadores que asistimos al concierto conjunto que ofrecieron Roldán, Joaquín Pascual y Hazte Lapón pudimos presenciar un ejercicio de estilo ejecutado con destreza, pasión y, lo más importante, convicción.

Empezaron el concierto los chicos de Roldán, que presentaron una propuesta musical que incluía muchas canciones nuevas, a excepción de “Fuerza común”, su tema más conocido hasta la fecha. Con un uso más o menos innovador de sonidos electrónicos, cercanos por momentos a la bossa nova brasileña o, incluso, usando loops vocales e instrumentales al más puro estilo Ed Sheeran, canciones como “Cabalga” (“súbete a los hombros de un concepto intangible, de tu idea de justicia”) o “La potencia”, lanzadas en los últimos meses sonaron a la perfección ante un público ensimismado.

El talento musical de Roldán está fuera de duda. Parece que tienen clarísimo lo que buscan y, la verdad, es que logran transmitirlo. Quizás no anden tan acertados en lo vocal/lírico, que es algo menos potente, sin embargo no tiene por qué ser un factor tan determinante si el resto del trabajo tiene el nivel que ellos consiguen. Así Roldán fue un primer plato muy interesante de probar. De la cocina de El Genio Equivocado suelen salir proyectos interesantes como este. El concierto terminó con un larguísimo solo instrumental que ahondó en la idea que presentaron en los minutos anteriores. Al cerrar el tema los tres integrantes de Roldán parecían satisfechos y felices, tanto como el público, así que poco más se puede pedir a un artista tras su concierto.

Uno de los aciertos de la noche fue el ritmo dinámico entre los directos. Mientras que, otras veces, en este tipo de shows con varios protagonistas, el tiempo entre grupos discurre aséptico y profesionalizado como en una gala que se retransmite por la televisión, los de El Genio Equivocado y las bandas dieron el respiro justo para fumar o pedir algo en barra y se lanzaban otra vez a tocar. El segundo round fue para Joaquín Pascual, ex Surfin’ Bichos, quien demostró una vez más que anta sobrado en experiencia y que cuenta con un repertorio de una versatilidad capaz de dejar anonadado al público. Desde el uso del teclado (una de mis debilidades personales) hasta unos estribillos que funcionarían a la perfección en recintos más grandes o en festivales, cada elemento de su directo permite a Pascual expresar todo lo que tiene que contarnos, y hacerlo con un estilo francamente personal. Su concierto, breve y agradable (todos duraron alrededor de cuarenta y cinco minutos) parecía incluso una forma de zafarse de los sonidos indie más cerrados y destinados a los fans del movimiento. Cualquier aficionado a la música habría disfrutado con las canciones que defendió Joaquín Pascual: “Viejo cascarrabias”, “Todos los días tengo un accidente” o “La unión y la fuerza”, entre otras, fueron algunos de los cortes que se sucedieron con la única interrupción de un discurso de agradecimiento a la gente de El Genio Equivocado. El bolo de Pascual, en definitiva, fue un regalo. Un artista en madurez que controla a la perfección todos los registros musicales de sus canciones.

Hazte Lapón

Hazte Lapón –el grupo con más repercusión de los tres– salieron los últimos al escenario de la sala El Sol con el listón –valga el tópico– realmente alto. Tras empezar fuerte llegaron al primer peak del directo con “Hushpuppy”, una de las muchas canciones inteligentes que tiene el grupo madrileño. Un grupo que se sabe el atractivo principal de esta fiesta que montaron desde su sello y que disfruta siéndolo. Se les ve cómodos sobre el escenario cuando se suceden “Sabes la noche” y una “Odiar” que termina con un arrebato rockero y el público acompañando, entregado, al grupo dando palmas. El repertorio de Hazte Lapón es una autentica maravilla y, son, ahora ya visto con algo de perspectiva, una de las mejores bandas de su generación a nivel compositivo. Todas las canciones que plantearon son de lo más apreciables. “Cómo funciona un corazón” y “El cielo protestó” son solo dos de las muchas y muy buenas que presentaron. Con conciertos así uno lamenta más no tener una centena de canciones de este grupo para escuchar. Así tuvimos un final de fiesta emocionante y lleno de fuerza que supuso un cierre a la altura de los diez años de trayectoria de El Genio Equivocado, un sello para el que todo el mundo tuvo palabras de agradecimiento y cuya labor se torna insustituible después de fiestas como esta. „Venga, sin afinar. ¡Qué no somos Queen!”animaba a la banda Manuel González, vocalista del grupo antes de un arrollador final de concierto.

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