Soy su silencio
Comics / Jordi Lafebre

Soy su silencio

6 / 10
José Martínez Ros — 06-04-2024
Empresa — Norma Editorial

El dibujante catalán Jordi Lafebre goza de una bien merecida reputación gracias a sus trabajos con Zidrou como “Los buenos veranos” o “Lydie”. Hace unos años debutó como autor completo con “Carta blanca”, un cómic cuya premisa recuerda a la de la famosa novela de Gabriel García Márquez, “El amor en los tiempos del cólera”: una pareja que se enamora en su juventud pero que, debido a diversos azares, permanecen obligadamente separados hasta muchos años después y que tenía la particularidad de narrarse en orden inverso, de su final culminante a su inicio (en esto se parecía, a su vez, a “Traición”, el drama de Harold Pinter). Allí Lafebre demostraba que podía ser también un buen narrador de historias propias. En “Soy tu silencio” cambia de género y realiza una combinación de thriller y comedia bastante entretenida, pero que no acaba de funcionar tan bien como en su obra previa.

Lafebre se la juega, sobre todo, con su protagonista, Eva, que se mueve en una fina línea entre lo encantadoramente disparato y lo insufrible (el autor se empeña con tanto ahínco en que simpaticemos con ella que, a veces, consigue el efecto contrario, deslizándose hacia el estereotipo de Manic Pixie Dream Girl). Se trata de una psiquiatra inteligente y atrevida, pero que sufre un trastorno mental que la hace oír continuamente las voces de las tres mujeres de su familia que la educaron. Una de sus pacientes, Penélope, le pide ayuda. Pertenece a una adinerada familia cuya fortuna se basa en la posesión de una prestigiosa marca de cava. La matriarca del clan, que ya es centenaria, se dispone a hacer lectura de su testamento en vida y se esperan que estallen muchas tensiones.

Lo que nadie espera es que, antes de que se produzca la citada lectura, se produzca un asesinato. A pesar de que su presencia es acogida por la mayoría de los familiares de Penélope con hostilidad, Eva decide emprender una investigación por su cuesta. Esto la meterá en todo tipo de líos, incluso en situaciones de riesgo personal. Todo esto se cuenta desde la perspectiva y la voz de Eva, que está siendo sometida a una evaluación psiquiátrica por un terapeuta, el doctor Llull, que teme que su cordura se esté deteriorando de manera irreversible.

El punto fuerte de “Soy su silencio” es, como no podía ser menos, el dibujo, que está a la altura acostumbrada de su autor. Lafebre envuelve su historia en una atmósfera mediterránea cálida y luminosa, cuajada de dorados, violetas y naranjas. Sus personajes están perfectamente definidos, no sólo por su apariencia, sino también por su gestualidad. Donde se le pueden poner más peros es en la trama, que no deja de ser la del clásico whodunnit ambientado, como es habitual, en una familia de clase alta, con un pasado problemático y llena de secretos. Sin embargo, la resolución del misterio, tanto el culpable último como la cadena de eventos que dan lugar a la revelación final, termina siendo demasiado alambicada e inverosímil. El cómic se salva por su propia condición de entretenimiento ligero y la excelencia de su apartado artístico, que es donde la labor de Lafebre brilla.

 

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