Sonámbulo y otras historias
Comics / Adrian Tomine

Sonámbulo y otras historias

8 / 10
María Fuster — 27-04-2018
Empresa — La Cúpula

Alegría inmensa al caer en mis manos esta fantástica reedición de algunas de las joyas, en forma de relato corto, de Adrian Tomine. Para quien todavía no tenga el gusto, Tomine se encuadra dentro del cómic independiente americano. Con tan sólo dieciséis años empezó a autopublicarse un comic book llamado “Optic Nerve”. Sus historias cortas -pero de una intensidad emocional nada común- engancharon rápidamente a un extenso grupo de seguidores y en 1994, con tan sólo veinte años, la editorial Drawn & Quarterly ya le hizo su primera oferta.

Ahora, Ediciones la Cúpula reedita algunas de historias en un bombón de tapa blanda titulado “Sonámbulo y otras historias”. En él encontramos dieciséis relatos en blanco y negro de vidas anónimas, dieciséis micro-homenajes a la soledad, a la nostalgia, a las inseguridades, a los fracasos, puro slice of life de personajes que se mueven como pueden por la sociedad americana de los noventa.

Si hay algo que hace único a este autor es cómo cuenta las historias. Tomine necesita apenas unas paginas para involucrar emocionalmente al lector hasta las trancas. Su manera de narrar historias está más cerca del erotismo emocional que del porno explicito; prefiere insinuar que mostrar, prefiere que el lector imagine el ochenta a partir del veinte por ciento que él muestra, creando así un sinfín de posibilidades e implicando la imaginación del lector para cubrir esa parte de la historia que él no proporciona. El lector será, pues, el encargado adivinar qué paso entre ellos, por qué rompieron y si después de ese resfriado volvieron a estar juntos la pareja de “Seis días de resfriado” o de elegir el final con peor pronóstico, o no, en “Glaseado de fresa”. Contrasta los pocos datos que tenemos de los personajes con lo bien definidos que aparecen en nuestra cabeza. Uno tiene la sensación de conocerlos y empatiza con sus debilidades y excentricidades al reconocer en estos outsiders algo íntimamente propio.

En definitiva, un primer Tomine que ya demostraba que podía manejar como nadie un realismo que, sospecho, tiene mucho de autobiográfico.

Sonambulo Tomine 2

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