Cadencia
Comics / Roberto Massó

Cadencia

7 / 10
Octavio Beares — 16-01-2020
Empresa — Fosfatina

Abres este cómic y te encuentras con un laberinto de líneas. Verticales, diagonales, paralelas o no. Rectas. Curvas. No hay globos de texto ni figuración naturalista (salvo que lo que vemos sea una representación cósmica de lo más vasto, o una microscópica de lo más ínfimo, atómico). No hay color. No hay fondo, horizonte. Hay viñetas, eso sí. Pocas obras de historieta se han leído últimamente tan radicales. “Cadencia” elude la narrativa convencional, sí, pero también rechaza la abstracción total. Para entender la obra más osada de Roberto Massó (Cáceres, 1987) no viene nada mal acudir a la cultura musical que presuponemos al lector de Mondo Sonoro. ¿Se parece este cómic más a Neu! o a Godflesh? ¿Arvo Pärt o Mogwai? ¿Aphex Twin o Satie? Entre lo ascético y lo inhumano, lo cerebral y lo atávico, en el mapa de flujos que componen sus viñetas vectoriales todo en este cómic es enigmático y abierto. Visual, no narrativo (o de una narratividad tan ingrávida que resulta arduo verbalizarla).

“Cadencia” es un tebeo que se parece más a la danza contemporánea o al cine silente de Jean Cocteau que a Mortadelo y Filemón, aunque los recursos que usa Massó en él son exactamente los mismos que Ibáñez: ritmo entre viñetas, composición de página, planificación de escenas… Así que el discurso final de este experimento viene a redundar en lo que una novísima generación de autores (nacionales e internacionales) llevan tiempo indagando. La idea de los límites, y si los del cómic pueden romperse. Parece que Massó, autor de obras siempre enigmáticas pero generalmente ancladas en la representación naturalista (con querencia por la space opera futurista y la estética pop), ha querido responder con rotundidad a estas cuestiones.

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