La sensación de escuchar tu disco favorito rara vez te abandona. Ese disco al que siempre vuelves, el que quizás o te transporta a otro momento de tu vida, forma parte de ti. Algo parecido a esa magia es "Phonogram". Con guión de Kieron Gillen y dibujo de Jamie McKelvie ("Young Avengers", "The Wicked + The Divine") "Phonogram" fue un primer acercamiento al universo pop que tan bien les ha funcionado en "The Wicked + The Divine", sentando las bases de su imaginario melómano y mítico. Por primera vez se publica en castellano el inicio de la serie, "Rue Britannia". Se trata de un homenaje sin filtros al britpop y a la nostalgia que siempre acompaña a todo melómano.
Lejos de quedarse en un mundo reiterativo en el que todo tiempo pasado fue mejor, "Phonogram" muestra las luces y las sombras de una época. No se queda en los elogios a los artistas del género a los que ofrece multitud de guiños y amor incondicional, inspirando cada capítulo en un álbum insignia de aquellos días, sino que también supone una aceptación de la decadencia y lo efímero del sonido. Y eso es algo que no solamente acabó definiendo al género, sino que también funciona para definir al personaje principal de este primer tomo, David Kohl.
La búsqueda mágica del protagonista no acaba siendo sino un viaje hacia la madurez. La nostalgia de dejar atrás el pasado, pero aferrarse a aquello que define nuestro presente. Aún y así, cuando escuchamos las primeras notas de ciertas canciones volvemos a esos lugares: nos convertimos en phonomancers.
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