Los zombis

“Los zombis” es el segundo volumen (el primero fue “El universo”, firmado por Hubert Reeves y Daniel Casanave) que la editorial barcelonesa Flow Press traduce al castellano de la colección francesa “La petite bédèthèque des savoirs”, que aquí ha pasado a llamarse “La gran tebeoteca del saber”. Se trata de una serie didáctica-divulgativa que combina el ensayo con el cómic y que trata temas muy diversos. En Francia se han publicado volúmenes dedicados a la historia de la prostitución, el feminismo, la adolescencia, las abejas, la anarquía, el liberalismo, el burn out y un largo etcétera (entre ellos, uno dedicado al heavy metal, publicado en España en castellano por otra editorial, Lunwerg Editores). Pero qué quieren que les diga, me alegro de que uno de los primeros títulos que hayan llegado a España sea precisamente uno dedicado a los zombis. Y no precisamente porque estemos ante un libro relacionado con la moda de los muertos vivientes cinematográficos, sino porque nos descubre un tema realmente interesante e inquietante.

El médico forense y antropólogo Philippe Charlier, toda una eminencia en esto de los muertos que vuelven a la vida (su libro “Zombis. Enquête sur les morts-vivants” es un referente sobre asunto) nos explica todo lo relacionado con la cultura vudú y los zombis en Haití, qué es lo que ocurre en la isla que ha servido para difundir a lo largo y ancho del planeta ese gran misterio que son los muertos vivientes. Pero no esperen seres dementes corriendo a la caza de un cuerpo humano sano para devorarlo a bocados, guiados por el olor a sangre, sino que aquí se nos habla de brujería, de esclavitud, de venganza y de una cultura que gira alrededor de la muerte tanto como de la vida. Eso sí, en el texto introductorio se nos hablará de la relevancia de los clásicos cinematográficos “La legión de los hombres sin alma” (Victor Halperin, 1932), “La noche de los muertos vivientes” (George A. Romero, 1968) o del libro “Zombi. Guía de supervivencia” (Max Brooks, 2003) en la evolución de la “cultura zombi”, aunque en el fondo esta sea otra historia. Son solamente setenta y dos páginas en tamaño din A5, pero hay información suficiente para quedar atrapado.

El guion divulgativo de Charlier se materializa en las viñetas de Richard Guérineau (a quien conocíamos por encargarse del dibujo del thriller fantástico “El canto de las estrigias” de Eric Corbeyran), siempre al servicio de la narración y sin arriesgar demasiado (algo que, por otro lado, nadie espera de un cómic de este tipo). El resultado es un libro que se lee en un rato, pero que le deja a uno para siempre con la intriga de qué hay de cierto sobre los enigmas alrededor de los zombis haitianos.