Los confines de los sueños

Ponent Mon reúne en una edición integral los dos volúmenes de esta inmensa y delicadísima obra de la mangaka Yumi Sudo, un drama que viene a engrosar (afortunadamente) el número de obras de temática LGTBIQ+ publicadas en el panorama actual de cómic. Sin ir más lejos, por nombrar algunas, podríamos citar “Piruetas” (Ediciones La Cúpula, 17), de Tillie Walden, más recientemente, “Just Friends” (Planeta Cómic, 21), de Ana Oncina o incluso “Llévame contigo” de Anneli Furmark. Todas ellas nos hablan de amores “proscritos”, tendiendo puentes de recuerdos entre la adolescencia y la madurez. Además de experimentar ese coming of age, ese hacerse mayor, las protagonistas de estas historias salen también del armario, no necesariamente de cara a la sociedad, sino para ellas mismas.

Durante setenta años, Kiyoko y Mitsu se amarán. El suyo es un amor imposible, vapuleado por las expectativas de una sociedad tradicionalmente machista. Ambas vivirán sus vidas en paralelo, con intereses y modos de vida opuestos, resignándose a vivir de las migajas de ese amor con encuentros esporádicos. Su historia de amor coincide, en gran medida, con un periodo convulso de la historia de Japón, la Era Showa, marcado por la derrota sufrida en la Segunda Guerra Mundial. Con ese trasfondo histórico, tres años después del lanzamiento de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, conoceremos a unas jovencísimas Kiyoko y Mitsu, y la tragedia de su amor quedará desvelada. Pero esto, aunque es el principio de la historia, sucede prácticamente al final del libro, ya que el relato se construye a través de continuos flashbacks que nos lanzan al pasado desde un presente en el que Kiyoko, ya anciana, intenta recuperar esos recuerdos, esas migajas de su vida, mientras su memoria se desvanece pasto de la demencia.

El estilo impecable y limpio de Yumi Sudo resulta idóneo para la delicadeza y simplicidad que exige esta historia, optando muchas veces por una austeridad en los fondos que cede protagonismo a los personajes y diálogos. Con un trazo clásico, Yumi Sudo construye, viñeta a viñeta, un relato cuya lectura se convierte en una hermosa experiencia que fluye sin dificultades y consigue así regalarnos ciertos momentos - aquellos en los que Kiyoko y Mitsu vuelven a encontrarse en los confines de sus sueños - de sublime belleza.

Para apreciar y disfrutar de esta obra no es necesario ser lector asiduo de manga, género con el que la editorial Ponent Mon siempre se ha sentido muy a gusto. Con la publicación de “Los confines de los sueños” añaden un nombre más a la lista de autores japoneses que enriquecen su excelente catálogo, en el que destacan Jiro Taniguchi, Kan Takahama o Shintaro Kago.