Josephine Baker
Comics / Catel & Bocquet

Josephine Baker

8 / 10
Laura Madrona — 08-02-2023
Empresa — Salamandra

Una artista extraordinaria. Una mujer revolucionaria. Una vida que merece ser contada. El tándem José-Louis Bocquet y Catel Muller, responsables de poner sobre el papel la vida de algunos de los referentes femeninos más importantes e influyentes de Francia, como Kiki de Montparnasse, Olympia de Gouges o Alice Guy, se han enfrentado esta vez a una ingente tarea: la de plasmar la trayectoria personal y profesional de una de las personalidades más fascinantes y transgresoras del siglo XX, la bailarina y cantante Josephine Baker. El resultado es esta pormenorizada biografía que va mucho más allá de la faceta artística de Baker, ahondando no sólo en su compromiso social y político, sino en su vida familiar, aspecto en el que seguramente el asesoramiento de Jean-Claude Bouillon-Baker, uno de los doce hijos adoptivos de la artista, ha resultado clave.

Los autores han optado por seguir un orden cronológico estricto al contar la historia de Josephine Baker, así que la narración se desarrolla de una manera lineal y fluida, centrándose en los episodios esenciales de su vida. Y la vida de alguien tan libre como Josephine Baker, que vivió bajo sus propias reglas, dio para mucho. Personalmente no soy de las que se desaniman ante las obras extensas, y menos cuando se dejan leer tan bien como esta, así que las casi 500 páginas de esta novela gráfica pasan volando. Eso sí, a medida que mengua el número de páginas, más crece la admiración y fascinación por la diosa de ébano.

Baker, nacida en 1906 en San Luis, Misuri, fue una bailarina autodidacta curtida en el vodevil. Tras una infancia difícil, marcada por la pobreza y el maltrato, tuvo claro que su talento para la danza la llevaría muy lejos. Sin embargo, y muy a su pesar, no pudo ser profeta en su tierra, debido al racismo imperante en la sociedad estadounidense. Su marcha a París, en 1925, fue el punto de inflexión que la lanzó al estrellato y la convirtió en una auténtica sensación: su supuesto primitivismo, su exotismo salvaje, su estilo revolucionario y desinhibido, pronto le hicieron un merecido hueco en la sociedad parisina y pusieron su nombre en las marquesinas de los teatros más importantes de la ciudad. Todo este periplo, desde la pobreza más absoluta hasta el fulgor de las candilejas (en el que además Catel se luce captando los característicos movimientos de Baker), ya es un material suficientemente potente como para llenar páginas y páginas. Pero es a partir de 1939, con su implicación en la Segunda Guerra Mundial ayudando a la resistencia francesa, cuando el personaje toma una nueva dimensión. Su éxito le abrió muchas puertas y le permitió ser un altavoz también para la lucha contra la segregación y el racismo en su país natal, como lo demuestra su participación en la marcha sobre Washington del reverendo Martin Luther King, sin duda uno de los momentos más emotivos del cómic. Se agradece además la oportunidad de asomarnos a su vida privada, desde sus amoríos más sonados, hasta esa familia arcoíris que pretendía acercarse al ideal de mundo con el que siempre soñó.

Josephine Baker es, en definitiva, un exhaustivo ejercicio que nos ofrece un retrato completísimo de esa pionera que fue Baker. Catel y Bocquet, además, han añadido al final del cómic un glosario con la biografía de los personajes reales que aparecen en la historia, como Georges Simenon, Pablo Picasso, Le Corbusier, Luigi Pirandello, Colette o Grace Kelly. Nombres que nos transmiten la efervescencia cultural de esa época que vio nacer a la irrepetible Josephine Baker.

 

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