Diana & Charlie
Comics / Elias Erikson

Diana & Charlie

8 / 10
Laura Madrona — 03-11-2022
Empresa — Astiberri

Pocas obras se me antojan más necesarias, en los tiempos que corren, que “Diana & Charlie”. Cuando los derechos de ciertos colectivos se manosean y se usan como arma política arrojadiza; cuando no hay día en que se desprecie y se haga burla del lenguaje inclusivo; cuando está en jaque la integridad física y mental de muchísimas personas, Elias Erikson nos regala esta obra que nos acerca la realidad de las personas trans y no binarias.

Diana y Charlie son dos adolescentes normales. Están en el último año de instituto. Tienen por delante un porvenir lleno de retos e incertidumbres. Diana es trans y Charlie persona no binaria. Su condición de personas LGTBIQ+ las enfrenta, además, a la incomprensión y a la hostilidad. Su visibilidad se convierte así en un arma de doble filo: mostrarse al mundo tal como son las empodera pero irremediablemente también las expone. Sin embargo, cuentan con otra arma muy poderosa: la amistad. Porque esta novela gráfica, un coming of age en toda regla, es, sobre todo, un tributo a las buenas amistades, esas tablas de salvación a las que aferrarse en los peores momentos.

Erikson retrata esa etapa convulsa que es la adolescencia a través de estos dos personajes que se encuentran en una época crucial de su vida, a punto de cumplir dieciocho años y de poder tomar las riendas de su destino. Aborda, directamente y sin medias tintas, un tema que sorprendentemente aún continúa siendo tabú: la salud mental. “No tener cuerpo sería genial”, confiesa Diana prácticamente al principio del relato. Así, la depresión, las autolesiones y los trastornos alimentarios se convierten en hábitos para Diana y Charlie, que intentan cerrar esas heridas abiertas con interminables noches de embriaguez.

No obstante, Erikson evita caer en la trampa del drama fácil y la victimización. Y, para eso, en muchos momentos, echa mano de un recurso que resulta infalible cuando se usa en su justa y necesaria medida: el humor. El estilo de Erikson, tremendamente expresivo, roza el underground (como underground han sido siempre las vidas de las personas LGTBIQ+) y ayuda también a conformar ese retrato de claroscuros que es el día a día de Diana y Charlie.

La vida de Diana y Charlie no es fácil, es cierto, pero también está llena de cosas positivas y bellas. Y ese es el mensaje que, en definitiva, nos quiere dejar Erikson. Por eso este cómic nos deja tan buen sabor de boca, al tiempo que nos muestra la importancia de la empatía, como esa luz que blandir cuando el odio y la incomprensión amenazan con romper nuestras defensas.

 

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.