“Belleza” es un cuento en tres actos que narra el periplo vital de una modesta sirvienta a la que un hada otorga el don de parecer, a ojos de quién la mire, la mujer más bella que haya existido jamás. Un don que llevará a la perdición a todo hombre que quede atrapado por el deseo y que terminará rigiendo el destino del mundo que la rodea.
Si quisiéramos leer la historia en clave contemporánea, hablaríamos del poder de los modelos de belleza encumbrados por los mass-media y sus turbios intereses, de los “influencers” que logran aparentar lo que no son y demás personajes maquillados, objetos de deseo vacíos de atributos genuinos… pero dotados de un poder que no siempre controlan.
El inicio del cómic funciona a la perfección con un buen planteamiento de personajes y una estética gráfica muy acertada que empuja el lector a sumergirse en este cuento devorando páginas ágilmente. Una vez sobrepasado el ecuador del tomo la historia pierde fuelle cuando la pirotecnia inicial ya no asombra y nos damos cuenta de que ya entendemos la maldición de la protagonista y el tipo de desventuras que el futuro les depara a ella y a sus cegadas víctimas.
Con todos o casi todos los ingredientes para ser una fábula al uso, “Belleza” sorprende con un final sin moraleja. La historia termina y el lector debe buscar elementos de reflexión más allá de sus páginas, dejando una sensación de poca profundidad en la lectura.
Aunque estéticamente exquisita y con una fluidez inicial remarcable, la obra de Hubert guionizando y Kerascoët (seudónimo artístico del tándem formado por Marie Pommepuy y Sébastien Cosset) a los lápices, adolece de un número excesivo de páginas y, paradójicamente, de una resolución precipitada y un exceso de esquematismo en alguno de sus personajes; defectos que quizás pesan demasiado cuando el lector cierra este volumen, otra vez impecablemente editado por la editorial Astiberri.
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