Pocas ciudades del mundo consiguen generar una sensación de pertenencia y una admiración tan poderosa como Nueva York. A lo largo de los años Woody Allen, Paul Auster o Beastie Boys, por nombrar tan solo unos pocos nombres en representación de otros pocos géneros, han convertido la Gran Manzana en protagonista de sus obras.
En “Barrios, bloques y basura”, Julia Wertz ha dado un paso más del simple homenaje, la guía práctica o el ejercicio sentimental para ofrecernos un apasionante volumen que es un poco de todo eso y algo más. Wertz es una ilustradora y dibujante californiana que vivió una década en Nueva York antes de verse obligada abandonarla, víctima de la rampante subida de alquileres. Que la autora no sea nativa de la ciudad y que gran parte de la obra ni siquiera haya sido realizada en la misma no impide que Wertz se sienta fervientemente neoyorquina. Y, a merced de lo visto en este voluminoso tomo, lo es de pleno derecho.
Exploradora urbana, paseante irredente, ratón de biblioteca y esponja de anécdotas, lugares y momentos, Julia Werts intercala ilustraciones de edificios a lo largo de las décadas con pequeñas historietas, perfiles de personalidades de todo pelaje y anécdotas a cascoporro. Sus trazos y palabras rezuman devoción y conocimiento, y van armando un puzzle cuya gran virtud es construir un retrato completísimo y de alto detalle partiendo de un punto de vista personal e intransferible. Quédate con quien te mire como Julia Wertz mira Nueva York.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.