Bufff, los artistas, el artisteo, qué miserable todo, ¿verdad? ¿cómo sobrevivir siendo un artista hoy en día?
Anna Haifisch dibuja a una criatura de rasgos aviares que se estampa a diario con las situaciones más habituales de la vida de un artista contemporáneo, ese que podría ser tu vecino el ilustrador molón o incluso tú mismo. Autocompasión, incomprensión, exposiciones que son un fracaso total desde su gestación y las putas redes sociales amplificando lo que ya no tiene remedio.
A ratos desternillante, a ratos tristón, la falsa bohemia y los falsos amigos de esta joya de cómic también tienen cabida en el absurdo devenir por el lado menos complaciente del artisteo, donde quizá la única salida es una sobredosis de Trankimazín o unos ositos de gominola. Brillante.
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