Robert Crumb y Harvey Pekar fueron vecinos entre 1962 y 1966 en una inhóspita y anodina Cleveland. Crumb trabajaba coloreando en una empresa de tarjetas de felicitación y Pekar en una oficina. Ambos eran tipos que no acababan de encajar en una sociedad en pleno cambio y compartían devoción por los discos antiguos de jazz y blues, así que se hicieron amigos. Luego Crumb se marchó a California, donde se empezaría a forjar su estatus de icono underground, mientras su amigo le daba vueltas a las posibilidades del cómic como medio de expresión.
Así, cuando Harvey Pekar comenzó a autoeditar su “American Splendor”, era casi inevitable que Crumb formase parte del proyecto. Este volumen recoge todas esas colaboraciones, historias dispares protagonizadas, en muchas ocasiones, por un sosias del propio Pekar o por él mismo abiertamente. Una treintena de relatos costumbristas llenos de discos, cotidianidad, conversaciones aparentemente insustanciales y situaciones entre la rutina y lo estrafalario, en las que podemos ver el dibujo suelto y muy característico de un Crumb que disfrutaba de uno de sus momentos más fértiles, auténtico esplendor americano.
Más allá de su carácter como pionero en el cómic de corte autobiográfico, Pekar mantiene en estas historias esa característica visión autsaider, siempre en equilibrio entre la amargura, el cinismo, el angst vital y el conformismo. Un cóctel que sigue resultando, aún hoy, fascinante y moderno a cargo de dos autores, una extraña pareja, a los que nunca está de más reivindicar.
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