Red
Cine - Series / Domee Shi

Red

9 / 10
Daniel Grandes — 18-03-2022
Empresa — Pixar / Walt Disney Studios Motion Picture Spain
Fotografía — Cartel de la película

Hace ya un año del estreno en salas de la primera toma de contacto del Studio Ghibli con la animación 3D en “Earwig y la bruja”. Yo fui el primero que creyó justo dar un voto de confianza al estudio japonés tras aquel experimento “fallido”, al fin y al cabo me parecía difícil la tarea de traducir a la imagen generada por ordenador la esencia de un universo tan arraigado a la magia del trazo y el folio. “Red”, el primer largometraje de la cineasta Domee Shi, me ha demostrado que estaba equivocado. Lo nuevo de Pixar es un abrumador ejercicio de creatividad; una muestra de que el futuro del 3D no debe apuntar hacia el fotorrealismo, sino hacia la manipulación de lo digital en busca de las formas aún no exploradas. “Red” no aboga por avanzar, sino por transformar todo aquello que se daba por hecho, tanto formal como ideológicamente.

Lo kafkiano (y un mañana, sin previo aviso, me desperté siendo un panda rojo…) se distorsiona cuando es enfocado desde el filtro de la mirada nostálgica a los 2000 en un coming of age atípico, donde florecen realidades que habían habitado hasta ahora –al menos en este tipo de circuitos– en el terreno del tabú. Fanfictions cimentados sobre el shippeo imposible, invitaciones a fiestas ilustradas con WordArt, el tamagotchi como la neo-mascota por excelencia, las boy bands como placer culpable… Toda esta melancolía por un pasado no tan cercano, pero tampoco tan lejano, no puede desembocar en otra cosa que en una estética vibrante, pulsional y, por encima de todo, sorprendentemente coherente. ¿Quién iba a imaginar que el folklore oriental y la naturaleza digital de la generación Rojuu (la mía) podrían complementarse tan bien?

La novedad no está en el qué, sino en el cómo. Toda historia se ha contado ya, pero toda historia ya contada puede contarse de infinitas formas. ¿Cómo podría sorprendernos ver una compresa en una película de animación si realmente todo hubiera sido explicado ya? “Red” no es sólo un manifiesto a la reescritura, sino también la muestra perfecta de que siempre habrá voces que estén deseando contar su cómo. Domee Shi diposita aquí todo aquello reprimido y reivindica todo aquel excentricismo silenciado.

El aura feminista y transgresor del proyecto no se conforma con conquistar lo narrativo, sino que lucha por una emancipación de la forma (y más aún en un momento de censura de contenido LGBTIQ+ por parte de Disney). Esa metáfora sobre la menstruación articulada desde el fantástico y esa ruptura del status quo en cuanto a los roles domésticos de los personajes principales no tendrían sentido si no vinieran acompañadas de un universo visual impredecible. La comedia física del slapstick, el food porn a lo Miyazaki, la fusión del 2D y el 3D como reivindicación del cómic (y el anime) a lo “Spider-Man: Into the Spider-Verse” y el juego de dimensiones propio del kaiju eiga no deberían rimar, pero lo hacen. Porque todo cabe en “Red” (y de verdad espero que siga cabiendo).

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