Entrevistamos a François Ozon con motivo de su película “Verano del 85”
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Entrevistamos a François Ozon con motivo de su película “Verano del 85”

Álvaro Tejada — 09-10-2020
Fotografía — Archivo

François Ozon estrena en cines “Verano del 85”, una historia de amor de verano entre dos chicos jóvenes que viven en un pueblo costero de la Alta Normandía, en la que también hay espacio para la pasión, la tensión, el drama e incluso la muerte.

La película se inspira en la novela de Aidan Chambers, “Dance On My Grave”, pero Ozon la lleva a su terreno, incorporando nuevos matices propios. La banda sonora es uno de esos elementos que hacen de “Verano del 85” una pieza personal, estimulante y profunda, depositando un peso en las canciones que suenan que es difícil de olvidar una vez terminada. Hablamos con el director francés sobre la banda sonora escogida y su relación con la música.

No es muy habitual encontrar películas en el cine que apuesten por una banda sonora que no solo acompañe a las imágenes, sino que también aporte algo a la narrativa. En “Verano del 85” parece que la música juega un papel muy importante. ¿Por qué? ¿Hay algún motivo detrás?
La película transcurre en los años ochenta y en esa época yo personalmente estaba muy metido en la new wave. Pero también hay otro factor, y es que en el libro de Aidan Chambers, “Dance On My Grave”, la tienda en cuestión no vende barcos ni nada de pesca; es una tienda de discos. Por lo tanto, dentro de la propia novela se habla de música. La película, además, es una mezcla de lo que es la novela en sí y de lo que fue mi adolescencia propia. Y, de ahí, toda la banda sonora.

Es importante que destaquemos que el propio Robert Smith, líder de The Cure, cedió la canción “In Between Days” al conocer la película, ¿no? ¿Qué significó para ti y para el equipo su decisión?
Para mí, que incluso formé parte de la corriente gothic dentro de la new wave de los años ochenta y, por lo tanto, fui un fan total de The Cure, era obvio que ellos tenían que estar en la banda sonora. No podía faltar un tema de The Cure en la película. Me gusta mucho “In Between Days” porque es una canción que empieza con una parte instrumental y es muy melancólica también. Pero, claro, al principio la película se iba a llamar “Verano del 84”, y cuando le pedimos los derechos a Robert Smith, contestó muy amablemente que lo sentía muchísimo pero que no podía dar los derechos de la canción a la película dado que la había compuesto en el 85. Entonces escribí una larga carta, totalmente como fan, a Robert Smith diciéndole que estaba absolutamente dispuesto a cambiar el título de la película si me concedía los derechos. Él aceptó y, de paso, los productores se pusieron contentísimos porque pudieron renegociar el precio de los derechos a la baja.

También tiene mucho peso y presencia la canción “Sailing” de Rod Stewart. No solo por los momentos clave en los que suena sino también por su significado en la letra. Parece como si la canción hablase de ese primer encuentro entre David y Alexis, ¿es así?
Es una canción que fue compuesta en los setenta, pero pensamos que igual podría ser algo que escuchase el padre difunto de David. Además, “Sailing” habla sobre el mar, navegar… Tiene mucho que ver con la tienda, con el barquito donde ellos se conocen… Entonces pensamos que sí podría perfectamente encajar con la historia.

En tu opinión como director, ahora que ya sabemos cómo son físicamente David y Alexis gracias a la película, cómo visten, cuál es su estilo… ¿Qué grupos crees que serían sus favoritos, si ellos fueran personas reales?
Yo creo que lo que escucharían es lo que se escucha en la película. Por ejemplo, la canción que se escucha en la escena de la discoteca, que fue número uno y muy popular en Francia, pero que nadie fuera de Francia conoce. Porque era una canción totalmente idiota, llamada “Stars de la pub”, que duró un verano. Pero creo que la música era mucho más ecléctica en la época. Tú ibas a una discoteca y podías oír tanto a The Cure como la cosa más popular o la típica canción del verano. Todo se mezclaba mucho más que ahora. Pasabas de la música disco de la época, muy bailable, a grupos como The Cure o cosas así.

Dices que es una película que cuenta una historia sobre dos hombres homosexuales pero que perfectamente podrían ser bisexuales o heterosexuales, porque no se trata la orientación sexual como el tema principal sino que habla del amor en general. Creo que la elección de la banda sonora es también muy acertada en ese aspecto, porque estamos muy acostumbrados a ver cómo en la ficción se tiende a caer en ciertos clichés a la hora de contar ciertas historias. Siendo una película sobre dos hombres homosexuales, no has decidido incluir canciones que se suelen relacionar al colectivo sino unas que podrían ser utilizadas en cualquier historia de amor.
Me parece que hoy en día la sociedad cada vez está más abierta a eso. Por ejemplo, los dos jóvenes actores no tuvieron ningún problema a la hora de rodar escenas de amor homosexual. Ni se les pasa por la cabeza, mientras que a actores de más edad se les haría más difícil. En cuanto a la banda sonora, la verdad es que ni me lo planteé. Las canciones que aparecen son las que escucharía cualquier joven de la época.

¿Hay alguna canción que te hubiese gustado incluir en “Verano del 85” que al final se quedó en el tintero?
Probamos con varios temas musicales, por ejemplo con “Holiday” de Madonna para el principio de la película. También me hubiera gustado conseguir “This Charming Man” de The Smiths.

Para terminar, hay algo en los veranos que siempre nos mantiene conectados a ciertas canciones que, a la vez, nos hacen recordar después estos veranos. ¿Tú, François, tienes alguna canción tuya de amor de verano?
Sí, hay una: “Eternal Flame”, de The Bangles. No recuerdo exactamente el año, pero estaba enamorado, en Italia, y recuerdo escuchar esa canción en una playa.

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