En una entrevista con el periódico The Guardian, Lana Del Rey confiesa que la muerte de Lou Reed se produjo el mismo día en el que ellos habían quedado para grabar uno de sus temas donde participaba el músico, “Brooklyn Baby” y que está incluido dentro de su próximo álbum, “Ultraviolence”.
Además, parece ser que el encuentro cogió a la cantante baja de ánimos porque se atrevió a declarar que desea estar muerta. A la pregunta del entrevistador, Tim Jonze, sobre si considera glamorosa una muerte temprana ella no duda en contestar que “no lo sé, umm, sí” y que “ojalá estuviera muerta” porque “no quiero seguir haciendo esto”, algo que tuvo que aclarar a la pregunta “¿hacer qué? ¿Música?”, a lo que ella respondió que “Todo. Es como me siento si no fuera así no lo diría”.
Por suerte, el resto de la entrevista no alberga declaraciones tan sorprendentes ni refleja el pesimismo de la cantante sino que ahonda en temas musicales aunque también personales como la separación de su familia. Puedes leerla al completo aquí.
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