Música para las masas (Parte 1)

¿Podemos hablar de un nuevo sonido pop-rock en castellano que llega a audiencias masiva? ¿Dónde situamos su origen?¿Qué tienen en común Vetusta Morla, Izal, Second, Supersubmarina o Miss Caffeina y qué les diferencia? ¿Hay equivalencia entre estas bandas y el rock de estadios de The Killers o Coldplay a nivel internacional? Son preguntas a las que intentamos dar respuesta en el dossier de este número.

En febrero de 2008, la publicación del single “Un día en el mundo” prendió la mecha, pero el chupinazo salió disparado a la estratosfera tres meses después, cuando los muchachos de Vetusta Morla lanzaron el videoclip de la versión alternativa “Otro día en el mundo”. Recuerden, porque es el paradigma del nuevo indie y no sólo por ser un artesanal “cámara en mano”: unos chicos salen de su zulo de alquiler en el centro de Madrid, van cantando por la calle como unos trotamundos, atrayendo la atención de la gente, y al final terminan aplaudidos por una multitud… en la FNAC. A los que les gustó les dio fuerte. Y a los que no alucinaron tanto, algo les decía que se avecinaba algo grande, para bien o para mal. El 6 de noviembre se consagraban en La Riviera con euforia colectiva de público y crítica. Dos años después volvían a la sala del Manzanares pero con cinco noches consecutivas de sold out, y hasta ahora han vendido unas 100.000 copias de las que todavía se estarán acordando los sellos independientes que les rechazaron por sonar “muy comerciales”, y las multis por ser “demasiado indies”.

A los de Tres Cantos les ha seguido una pléyade de bandas que, como ellos, gustaba de las atmósferas envolventes de Radiohead o Los Planetas, pero también del sonido oxigenado y coreable de Coldplay o The Killers. Ya saben lo larga que puede ser la lista: Igloo, Napoleón Solo, Cyan, Aurora, Ruidoblanco… Second, contemporáneos de Vetusta y ganadores del Global Battle of the Bands en 2004, han ejecutado cambios en sonido e idioma que los han terminado integrando en este movimiento. Niños Mutantes igual, pero aproximándose desde el lado opuesto, desde un pop que cada vez se ha hecho menos intrincado. La épica, el lenguaje y la arquitectura de las canciones de Izal, además de su habilidad para conectar con el gran público (quizá porque hay algo en ellos que suena muy de aquí) han puesto a muchos de acuerdo en que son la próxima “big thing”. Miss Caffeina, otros protagonistas de esta historia, son líderes de la lucha contra la ortodoxia indie y suenan más británicos. Uun poco al estilo de Second, o de Supersubmarina, el penúltimo gran fenómeno de esta suerte de “indie-mainstream”: llenaron La Riviera por primera vez en diciembre de 2011, y ya apoyados por una multi, mueven multitudes sorprendentes en los festivales.

Aunque por sus características no entrarían del todo en esta terna, la transformación del indie-pop-rock a nivel internacional hizo que Love Of Lesbian y Lori Meyers empezaran a compartir nuevas influencias con todas estas bandas, remoldeando su sonido y convirtiéndose en catalizadores de esta escena sin dejar de crecer comercialmente (alcanzaron primer y tercer puesto en las listas de ventas con sus últimos discos).

Hispanoamérica no ha sido ajena a todo esto y está deseando recibir a más bandas como Vetusta Morla, que ya han vivido días de gloria allí. LOL y Supersubmarina también han saboreado la popularidad transoceánica, e Izal parecen estar cerca de hacerlo. Mientras, allí se desarrolla una escena de inspiración muy hermanada. En México con grupos como Monocordio, Zoé, La Gusana Ciega, Bengala, San Pascualito Rey o Fobia, en Argentina con Babasónicos o 107 Faunos, en Chile con Alamedas o Congelador, o incluso en Estados Unidos con Enjambre (formado por hispanos afincados en California).
Todo esto en un lustro. Cinco años que han derribado muchas barreras.

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