Según el propio artistas, Olmeda nace de "la necesidad creativa y de la comunicación de canciones que recogen la energía, la esencia en crudo de emociones y sensaciones. Un canal de expresión, una ventana que conecta el interior con el exterior partiendo de la soledad de un camino que bebe de la autosuficiencia pero que busca también la colaboración, con músicos afines y proyectos interesantes".
Aunque lo más curioso es se atreva con una canción como "Madrizz", de la que también tiene mucho que comentar: "Es un canto de celebración de un urbanita, de un hijo del asfalto. Un canto vitalista a la ciudad que me vio nacer y en la cual vivo, a sus gentes, a sus calles y a los singulares rincones donde busco refugio; un tributo a esta gran urbe, tan jodida como entrañable pero también es un una señal de alarma para que no dejemos que maten la esencia de esta gran ciudad".
La canción se compuso y grabó en casa del propio Ruiz durante el confinamiento y cuenta con la colaboración de Adrián García Riber (Dry Sea Whales) a la batería y el bajo.
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